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Un breve repaso al (posible) MVP de la NFL, Cam Newton

Sus inicios estuvieron llenos de altibajos y polémicas, hasta que al 'Superman' le llegó su momento. El 'Heisman', primera selección de DRAFT y el premio al 'Novato del Año'.
Foto: USATSI

Todos los domingos lo vemos con esa sonrisa que lo caracteriza y el carisma de un niño de ocho años que sólo busca jugar hasta el cansancio. Sí, Cameron Jerrell Newton es un niño de 26 años que mide 1.96 m, pesa 111 kg y es actualmente uno de los quarterbacks más emocionantes, entretenidos y talentosos de la NFL.

Los orígenes en el deporte de las tacleadas del "Superman" de Atlanta, no fueron nada fáciles. Después de una magnífica actuación en sus años como preparatoriano, Cam llamó la atención de las mejores universidades de Estados Unidos, entre ellas la Universidad de Florida (UF), por la cual optó en 2007 al final de su cuarto año y donde jugaría por detrás de Tim Tebow (qué desperdicio). Los problemas surgirían un año después en su primer juego de segundo año donde sufriría un esguince de tobillo que daría fin a su temporada.

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Ese mismo año, Cam fue acusado por tres cargos vinculados con el robo de una computadora portátil propiedad de la universidad y fue suspendido indefinidamente del equipo. Tres días antes de que los Gators ganaran el campeonato nacional, Cam solicitó ser transferido. Su destino: Blinn College en Texas, un junior college conocido por ser la última puerta hacia el olvido de todo jugador en picada.

Foto: Buccaneers Sports

Durante su estancia en Blinn, Cam demostró que, efectivamente, estaba hecho de acero, ya que llevó a su equipo hasta la final del Campeonato Junior Nacional Colegial y lo ganó a pesar de los pronósticos en contra. Newton terminaría su temporada con 2,833 yardas, 22 touchdowns y 655 yardas terrestres. De un momento a otro, el "Superman" regresaría al primer lugar de la clasificación de los rankings como mejor jugador prospecto.

Auburn tocaría la puerta de Newton y gracias a sus brillantes actuaciones en 2010, entre las que destacan sus victorias ante South Carolina y Arkansas State, la vida del mariscal de campo cambiaría por completo. Sin embargo, a finales del mismo año, Cam se vería involucrado, una vez más, en un caso controvertido por un supuesto arreglo con Mississippi State por parte de su padre quien pedía entre 100,000 y 180,000 dólares para prestar los servicios de su hijo a dicha institución. Ambos, padre e hijo siempre lo negaron, a pesar de que la NCAA comunicó que sí había sucedido dicho acuerdo.

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La controversia no fue un obstáculo para que Cam Newton se llevara en diciembre del mismo año el Trofeo Heisman —el premio al mejor jugador de futbol americano colegial de los Estados Unidos— y, menos de un mes después, Auburn obtendría su primer BCS National Championship.

Foto: ScottFillmer

En el draft de la NFL de 2011, Cam Newton fue elegido en primer lugar por las Panteras de Carolina. En su primera temporada, el joven quarterback lanzó más de 4 mil yardas —un récord como novato— y fue nombrado Novato del Año. Pero después de dos temporadas en la NFL, Newton acumularía un récord de 13-19 como quarterback titular, y con ello surgiría una pregunta: ¿sería capaz de luchar contra la adversidad una vez más y posicionarse como un mariscal de campo de élite?

En la actual campaña, Newton y compañía se encuentran invictos. Las críticas del pasado parecen haberse transformado en el combustible necesario para que las Panteras puedan llegar a su segundo Super Bowl en la historia y esta vez llevarse el trofeo Vince Lombardi a casa. En cuanto a la intrigante pregunta, todo indica que Newton seguirá añadiendo yardas y récords a su currículo, pero no hay duda de que si quiere estar entre los mejores quarterbacks de la historia nos gustaría verlo portar, al menos, un anillo de Super Bowl en su carrera.

El paso arrollador de las Panteras, coloca a su timonel como uno de los candidatos para llevarse el MVP de la NFL, junto con el ya legendario Tom Brady y el quarterback de los Cardenales de Arizona, Carson Palmer. Por lo mientras, sigamos deleitándonos con el carisma y el bailecito "dab" que hace casi siempre al festejar en la zona de anotación porque al final de cuentas Cam Newton nos recuerda que el deporte es para divertirse (y qué mejor que te paguen por ello).