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VICE Sports

Un recuerdo de los medallistas con discapacidades que antecedieron a los Juegos Paralímpicos

Mucho antes que los Juegos Paralímpicos fueran una competencia abierta a todos, hubo atletas con discapacidades que compitieron por medallas olímpicas. De gimnastas estadounidenses a tiradores húngaros, estas son sus historias.
Olivér Halassy (derecha) con sus compañeros de equipo // Via Wikicommons

Aunque el antecedente más antiguo de los Paralímpicos tuvo lugar en 1948, no se trató de una competencia abierta sino hasta 12 años después. Los juegos de Stoke Mandeville, como se les llamaba entonces, en un inicio pretendían ayudar en la rehabilitación de soldados heridos, y como tal, solo estaba abierta a personal militar. En 1960, a la sombra de los Juegos Olímpicos, se llevó a cabo la novena edición de aquellos juegos en Roma. Ese fue el primer evento abierto a competidores civiles, y es a este que se le considera como los primeros Juegos Paralímpicos oficiales.

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Dicho esto, el término "paralímpico", no entró en uso sino hasta los juegos de 1988 en Seúl. Sus anteriores ediciones estaban abiertos únicamente a atletas con lesiones de la columna vertebral y los competidores con otras discapacidades no empezaron a participar sino hasta 1976. El desarrollo de los Juegos Paralímpicos modernos ha sido largo y por momentos arduo, y antes de que se alcance una paridad completa con los Juegos Olímpicos resta mucho por hacer. Antes de que fuera una idea incipiente, sin embargo, hubo atletas con discapacidades que ganaron medallas y que emocionaron a los espectadores a todo lo ancho del mundo.

George Eyser, en una fotografía de 1908 // Via

El primer atleta con discapacidades en competir en los Juegos fue George Eyser, un gimnasta estadounidense alemán que fue elegido para representar al Estados Unidos en los Juegos de San Luis 1904. Compitió en el caballo, la escalada de cuerda y las barras paralelas, además de que formó parte del triatlón que formaba parte de las disciplinas gimnásticas en aquel entonces; todo esto lo hizo con una prótesis de madera en la pierna izquierda. De niño un tren lo atropelló y tuvieron que amputarle la pierna. Aún así, a pesar de utilizar una prótesis relativamente burda, se convirtió en un atleta muy dedicado y se planteó el desafío de participar en los Juegos cuando llegaron a Missouri ese año.

La gimnasia estaba dividida en dos series de eventos en los Juegos Olímpicos de 1904. Existía el Campeonato Internacional Turners, que incluía aparatos, triatlón y eventos por equipo, y luego estaban los Campeonatos de Gimnasia Olímpica, que consistían en siete eventos de aparatos individuales y uno combinado. Eyser la tuvo complicada en el Campeonato Internacional Turners; quedó muy atrás en los eventos de aparatos y en último lugar en el triatlón, por un margen significativo. A nadie debió tomarlo por sorpresa, dada la naturaleza de su prótesis. Aún así, él se negó a rendirse.

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En los Campeonatos de Gimnasia Olímpica, acontecidos varios meses después de los primeros eventos (así sucedía entonces con los Juegos Olímpicos), Eyser no solo mejoró su desempeño, sino que fue excelente. En un mismo día a finales de octubre ganó seis medallas, tres de oro. Con ello, se convirtió en el primer atleta olímpico con discapacidades en ganar un evento, y fue la única persona en competir en los Juegos utilizando una prótesis de pierna hasta 2008, cuando participó la nadadora sudafricana Natalie du Toit. Junto con sus oros, se hizo de dos medallas de plata y una de bronce. Había establecido un precedente para los atletas con discapacidades aunque faltarían más de dos décadas para que alguien más siguiera su ejemplo.

Olivér Halassy, posando junto a la alberca en 1931 // Via

Así como Eyser, Olivér Halassy sufrió una lesión devastadora a muy temprana edad. Perdió el pie izquierdo en un accidente de tranvía a los ocho años, y el húngaro se convirtió en nadador estilo libre y una de las estrellas del famoso equipo de waterpolo de su país. Halassy compitió por primera vez en Amsterdam 1928, y más adelante formó parte crucial del éxito del equipo en Los Ángeles 1932 y en Berlín 1936. A lo largo de ocho años, ganó dos medallas de oro y una de plata. Fue considerado uno de los mejores defensas de los años treinta, anotó un total de 20 goles en los Juegos Olímpicos.

A pesar de que nunca logró ganar una medalla en estilo libre, Halassy ganó el campeonato europeo de 1500 metros, y ganó docenas de campeonatos nacionales en Hungría. Él era otro de esos hombres que había derribado cada uno de los obstáculos que se le plató enfrente y alcanzó el pináculo de su deporte. Probablemente habría podido ganar muchas más medallas, si no fuera porque la Segunda Guerra Mundial interrumpió su carrera. Exento de realizar el servicio militar, sobrevivió a la guerra, solo para morir de un disparo de bala en un intento de robo por parte de soldados soviéticos en 1946. Tenía 37 años y fue llorado como un héroe nacional al conocerse la noticia de su muerte.

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Károly Takács practica su tiro, 1961 // Via

Mientras Halassy ganaba medallas en la alberca, Hungría estaba a punto de producir a otro atleta con discapacidades icónico. Su nombre fue Károly Takács y para 1936 era uno de los mejores tiradores con pistola del planeta. Se le negó un sitio en los Olímpicos de Berlín dado que era un sargento en el Ejército Húngaro, y solo los oficiales comisionados tenían permitido competir. Las reglas cambiaron ese año y todos esperaban que Takács tuviera unos Juegos Olímpicos excelentes en 1940, agendados para realizarse en Tokio.

Por razones obvias, los Juegos de 1940 no sucedieron. Y a Takács lo alcanzó el infortunio. En 1938, en un ejercicio de entrenamiento de rutina, una granada defectuosa estalló y le arrancó la mano derecha. Era la mano con la que disparaba y por cómo se veían sus lesiones, su sueño de competir en los Juegos Olímpicos parecía haberse esfumado

Ya le habían impedido competir en una ocasión, sin embargo, y Takács no iba a dejar que sus heridas se interpusieran en su camino. Comenzó a practicar una vez más utilizando la mano izquieda, aunque no le contó a nadie sus deseos de volver a competir. Para la primavera de 1939, con el mundo al borde del cataclismo, Takács sorprendió a todo su país al ganar los campeonatos nacionales de tiro con pistolas. No volvería a haber Juegos Olímpicos sino hasta 1948 pero, durante toda la duración de la guerra, Takács estuvo practicando. Cuando llegaron los Juegos Olímpicos de Londres, ganó oro en el evento de tiro rápido de 25 metros. Repitió la hazaña cuatro años más tarde cuando triunfó en los Juegos de Helsinki.

Así como Halassy, Takács se convirtió en un tesoro nacional gracias a sus hazañas en los Juegos Olímpicos. Se dice, sin embargo, que ninguno de los dos venció a la adversidad tanto como la jinete danesa Lis Hartel. Fue la campeona nacional de dressage en 1943 y 1944, y en el otoño de ese año contrajo polio y quedó paralizada severamente de las rodillas para abajo y perdió mucho del control de sus brazos y sus manos. Su primer desafío después de enterarse de su diagnóstico fue llevar a buen término su embarazo, cosa que hizo: su hija nació sana poco tiempo después.

Hartel sin embargo no había terminado. A pesar del diagnóstico médico adverso, decidió seguir montando, e incluso se inscribió a los campeonatos escandinavos de 1947. La tenían que ayudar para subir a su caballo, pero después de una ronda particularmente buena, sorprendió a todos sus competidores y quedó en segundo lugar. De ahí en adelante, su determinación por cumplir con sus ambiciones creció. En 1952, en los Juegos de Helsinki, ganó plata en el evento de dressage individual, e hizo lo mismo en los Juegos de Estocolmo en 1956.

Si Eyser, Halassy, Takács y Hartel hubieran nacido hoy, lo más seguro es que compitieran en los Juegos Paralímpicos. Ellos son los paralímpicos que antecedieron a los Juegos Paralímpicos. Así como los hombres y mujeres que en estos días han estado compitiendo por medallas en Rio, ellos se negaron a que sus capacidades diferentes fueran una limitante. En ese sentido, pavimentaron el camino para que llegaran los Paralímpicos, y dejaron claro que la discapacidad no puede ser impedimento para que los atletas compitan y tengan éxito, en la escena internacional.

@W_F_Magee