Y el 'Jugador Vice Sports de la semana' es... Diego Costa | ES | Translation

Tranquilos, ya sabemos que Diego Costa ni siquiera jugó el fin de semana —y ese tipo de cosas—. Mientras se encontraba ocupado disque calentando, aventando su casaca por todos lados quedando como un imbécil fuera del campo de juego, el Chelsea estaba ocupado intentando recordar como ser un buen equipo. ¿Fue una coincidencia que todo esto sucediera mientras Costa no estaba jugando? No lo creo.

Con su ausencia, Costa liberó la línea de ataque del Chelsea de una forma que no lo había logrado por alrededor de un año. Los actuales campeones, con jugadores del calibre de Willian, Oscar, Pedro y Hazard intercambiando felizmente posiciones a su gusto, ocasionando destrucción con su ritmo y complicidad en los ¾ de cancha, de hecho se vieron bastante peligrosos al contragolpe, lo cual iba de la mano con su plan de juego.

José Mourinho respetó demasiado al Tottenham con la forma en que paró a su escuadra y debería estar satisfecho por el punto que se llevó de White Hart Lane, el cual así como están las cosas fue muy significativo. El Chelsea defendió, trabajó duro en el medio campo, y salió con habilidad, creatividad e intención. Hazard se vio mejor que en toda la temporada, y Pedro amenazó en varias ocasiones, demostrando los sesos futbolísticos de los años entrenando en Barcelona.

Willian, cuando no funge como el Señor de los balones muertos, estuvo imparable y enérgico como todos en el campo. Oscar dio destellos de su talento, con un par de túneles, y hasta un poco de diversión en el juego de conjunto. Como cuando los niños se echan a reír cuando el profesor sale del salón de clases, así estaban todos porque Costa no estaba con ellos para desperdiciar oportunidades y pasar el tiempo echando bronca con los defensas en lugar de perfilarse a la portería.

Si somos duros, podríamos reducir el genuino y excepcional período de la carrera de Diego Costa en no más de una temporada y media. El año en que el Atlético de Madrid rompió los paradigmas y ganó La Liga y alcanzó la final de la Champions League, Costa fue sin duda uno de los mejores delanteros del mundo. Sus rachas en las oscuras artes de la estupidez se vieron opacadas por sus períodos de grandeza en el campo, anotando goles cruciales. Al fichar por el Chelsea, parece que Mourinho había encontrado a su cómplice criminal, un hombre que se veía con tanta hambre de triunfo que rayaba en el comportamiento de las personas en el 'Black Friday'.

Su complicidad inicial fue con Cesc Fábregas quien también estaba imparable. Costa ascendió en la tabal de goleadores, gracias a que el español le suplió balones tanto como el dealer de Snoop Dog. Los expertos destacaron que su comportamiento agresivo ayudaría positivamente a su desempeño. Era el tipo que todo mundo tenía en su equipo de fantasy, y una de las razones por a las que tantas personas no le importaba que Chelsea ganara todo el tiempo. Pero en la segunda mitad de la campaña, se la pasó pateando a más gente que balones, tarjetas en lugar de goles, y así es como el villano nació.

Hay algo admirable de aquellos que se ha convertido en algo tan malo que de hecho es mejor tenerlos fuera de toda acción en lugar de tratar de contribuir, y el Chelsea no es ajeno a todo esto. El patrón de la actual casa de Radamel Falcao, una figura más de la era del Atléti convertida en un chiste, pudo haber comenzado cuando Roman Abramovich soltó 50 millones de libras para traer a Fernando Torres, quien tuvo que regresar a Madrid para encontrar la felicidad y su forma después de sufrir en West London y transformarse en una propiedad de chiste.

Dada la situación de Filipe Luis —quien también se unió al Chelsea proveniente del Atlético de Madrid como uno de los mejores jugadores en su posición, pero que tuvo que regresar una temporada después—, Diego Simeone y Antoine Griezman querrán pensar las cosas dos veces antes de acudir al llamado del Chelsea.

Cualquiera que haya hablado con un amigo después de fracasar en una relación habrá utilizado inevitablemente la frase "estás mejor sin él/ella", como consolación, y es que hasta el momento, el Chelsea se ve mucho mejor sin el jugador de 27 años con aspecto decrépito. Qué mal que los españoles se estén lamentando por haberle dado la ciudadanía porque en estos momentos nadie quiere ser Diego Costa.

¿Será que sus mejores años en el fútbol quedaron atrás? Nadie sabe. Por el momento parece un jugador más que podría regresar al Atléti para recordar cómo jugar al fútbol como alguna vez los hizo. Tal vez tuvo una era dorada que jamás pudo igualar y ha fracasado desde entonces.

Hay un episodio de la serie Curb Your Enthusiasm donde a Larry David se le dice que donar cosas para el hospital es realmente un acto de humildad si se hace en el anonimato, y tal vez esta sea la situación de Costa. Este podría ser simplemente su momento (metafórico) a la Thích Quang Duc; el mejor ejemplo de sacrificarse por el equipo.

Después de todo esto, lo que sí sabemos con certeza es que para contribuciones involuntarias y mejorías a través de la ausencia, nuestro jugador del fin de semana es Diego Costa.

@bainsxiii