Detener a Stephen Curry se está convirtiendo en tarea diaria para los rivales de los Golden State Warriors. El problema es que hasta el momento nadie, llámese como se llame lo ha logrado.En el juego del Warriors ante los New York Knicks, Carmelo Anthony, a priori uno de los mejores jugadores que la NBA tiene, intentó una maniobra distinta: taparle la cara a Kurry, o al menos en su desesperación picarle los ojos para que no pudiera pasar. Al final, no solo fracasó en el intento pues le marcaron falta personal, sino que además, Curry acabó anotando la canasta.
Evidentemente, y como era de esperarse, Golden State le dio una paliza a los Knicks en el Madison Square Garden por 116-95. Curry fue una de las grandes figuras de la noche (13 puntos y cuatro asistencias) junto a Klay Thompson y por encima de cualquiera Draymond Green quien alcanzó 20 puntos, 10 rebotes y mismo número de asistencias.Los Warriors siguen acumulando números históricos en una campaña donde parece que nadie los detendrá para volver a ganar el anillo de campeón.Mala suerte para Carmelo Anthony, y mejor suerte para la otra, y sobre todo, más imaginación.