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¿A qué viene tanta obsesión con el macabro vídeo «Dafu Love»?

El supuesto vídeo muestra a un hombre australiano que reside en Filipinas, Peter Scully, quien con ayuda de sus cómplices tortura a varios bebés hasta matarlos.
dafu love

Advertencia: este artículo contiene descripciones explícitas de maltrato a menores.

Si eres como yo, a veces tu curiosidad te puede llevar a rincones de internet que hacen que te plantees si no necesitarás un lavado de cerebro. Cuando iba al instituto, visité Rotten.com, la página de internet más asquerosa que existía por aquella época. Pese a que no me llamaba la atención la misantropía de la que hacía gala el sitio, sí me pareció importante, por alguna razón, ver una imagen del cadáver de Chris Farley, y en Rotten estaba encantados de poder ayudarme. También he visto el vídeo completo en el que se ve cómo decapitan al periodista Daniel Pearl y he oído las grabaciones de audio que se hicieron durante la masacre de Jonestown.

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Pero no soy el único que ha recorrido esos oscuros –pero fácilmente accesibles- lugares de la red. Este mismo año, la periodista Brianna Snyder escribió un artículo paraWired sobre su experiencia visionando horribles vídeos de asesinatos y sus intentos de racionalizar esos hábitos. «Sé que estoy contribuyendo a la humillación y la deshumanización de las víctimas cuyas muertes han sido grabadas», concluyó. «Y no puedo mostrarme más arrepentida por ello. Mi culpa no me absuelve de mi voyeurismo, solo me hace partícipe del dolor de estas víctimas y el maltrato que han sufrido».

Sin embargo, muchas de las personas que ven este tipo de cosas se sienten menos arrepentidas. Abundan en Reddit -¿dónde, si no?-, más concretamente en el subreddit r/deepweb, en el que los usuarios intercambian cotilleos sobre los contenidos más horribles de la red profunda, aquellos que no están indexados y sobre sitios web encriptados. Fui allí donde tuve conocimiento de «Dafu Love», una supuesta película snuff de la que se dice que es la más horripilante que jamás se haya grabado (eso si no se trata simplemente de otra leyenda urbana del siglo XXI).

«What is Dafu Love?», preguntaba un usuario llamado ImAPotattoBoss en un hilo creado por él. «He oído hablar de gente que se ha vuelto loca viéndolo», continuaba. «Pero, ¿qué es?».

Según se cuenta, el supuesto vídeo muestra a un hombre australiano que reside en Filipinas, Peter Scully, quien con ayuda de sus cómplices tortura a varios bebés hasta matarlos. Los rumores aseguran que incluso utilizan un martillo y un cincel para romper el cráneo de uno de los bebés. Se cuenta que en el vídeo se ve cómo destripan a otra de las criaturas. Se dice que golpean unos bebés con otros como si estuvieran en una pelea de almohadas, hasta que los pequeños acaban muriendo por el impacto.

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Quien admita haber visto «Dafu Love», básicamente está confesando un delito.

He buscado pruebas de la existencia de «Dafu Love» pero no he logrado encontrar nada concreto. No resulta fácil corroborar los rumores y, en vista del horror del contenido del vídeo, tampoco hay mucha gente que vaya alardeando de haberlo visto.

Según Frank Kardasz, excomandante del Grupo de Trabajo sobre Delitos contra Menores en Internet de Arizona (ICAC, por sus siglas en inglés), quien admita haber visto «Dafu Love», básicamente está confesando un delito. «Hemos arrestado a "investigadores" por contrabando de imágenes que luego intentaron acogerse a la Primera Enmienda / la libertad de expresión», me explicó Kardasz. «No creo que nadie quiera ser uno de ellos».

Si el vídeo de «Dafu Love» realmente está en la red, sería en el lado oscuro de la misma: el año pasado, el experto en seguridad informática Gareth Owen halló en un estudio que el 80 por ciento del uso de la internet profunda está relacionado de alguna forma con la pedofilia. Kardasz asegura que, durante las décadas de 1970 y 1980, el material pedófilo se distribuía principalmente por correo ordinario. Hasta mediados de los 90 «no existía en el mundo ninguna unidad de investigación cuyo única función fuera la de interceptar imágenes de la explotación sexual de menores… En aquella época, este tipo de investigaciones eran tan poco frecuentes que pasaban a ser tareas secundarias».

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Con la llegada de internet, el nivel de vigilancia a este respecto ha aumentado drásticamente. «Ahora, cada estado del país tiene su propio grupo de trabajo ICAC», explicó Kardasz, y añadió que además de estos equipos, tanto el FBI como el Departamento de Seguridad Nacional disponen de unidades dedicadas al arresto y el enjuiciamiento de quienes cometan delitos contra menores.

Hoy día incluso existen equipos gubernamentales cuyo único propósito es investigar la internet profunda. «Hay casos más difíciles en los que el material se guarda en la red oculta y desaparece con mucha facilidad», afirmó el detective Roy Calarese, del laboratorio forense del condado de Chester.

Peter Scully, el hombre que se rumorea está detrás del vídeo «Dafu Love», es uno de nexos más abominables de la red de pedofilia que se extiende por la internet profunda. Actualmente, el australiano de 52 años está en una prisión de Filipinas, a la espera de que se celebre el juicio por violación y tráfico de personas. Asimismo, está siendo investigado por el secuestro y el asesinato de menores.

Según los medios de comunicación australianos, Scully se mudó a Filipinas en 2011 tras haber sido procesado por fraude. Durante su estancia allí, supuestamente empezó a grabar películas pornográficas con niñas menores de edad. Posteriormente vendía las grabaciones a una red de depravados que se extendía por todo el mundo. Al parecer, quienes querían ver su cinta más destacable, «Daisy's Destruction», en la que se veía cómo un bebe de menos de dos años era torturado, llegaban a pagar a Scully hasta 6.300 euros.

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El vídeo salió a la luz en Europa, según el reportaje de 60 Minutes y, pese a que la cara de Scully aparecía difuminada, su marcado acento fue suficiente para dar con su paradero después de una exhaustiva búsqueda por todo el mundo.

Los únicos comentarios de la película proceden de personas que dicen haberla visto y que desean compartir el horror presenciado con el resto del mundo.

La policía federal australiana se abstuvo de hacer declaraciones sobre Scully y el vídeo «Dafu Love» a ningún medio de comunicación.

Los únicos comentarios de la película proceden de personas que dicen haberla visto y que desean compartir el horror presenciado con el resto del mundo. Los vloggers de YouTube que dicen haberlo visto sacuden la cabeza, condenando las atrocidades que están a punto de describir, y advierten a sus seguidores de que están a punto de oír cosas terribles. En internet, una advertencia de ese tipo garantiza un buen índice de audiencia(el vídeo de un usuario llamado Takedownman ha cosechado cientos de miles de visionados en tres meses.

«Muchos fans me han preguntado si es real y si Scully está involucrado», me dijo Takedownman cuando le pregunté qué le había llevado a ese tema, y añadió que Scully era «la escoria de la Tierra», pero no pudo ayudarme a confirmar los rumores sobre el vídeo. «Mucha gente afirma que "Dafu Love" existe en la internet profunda. Sin embargo, muchas otras personas en la red superficial aseguran que es falso».

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En efecto, los hay que tachan a «Dafu Love» de leyenda urbana, una versión más triste de Slender Man creada para asustar a los curiosos. La referencia más antigua al vídeo parece ser una publicación actualizada en la comunidad de Wikia llamada Creepypasta, que tiene comentarios de mayo de 2014. Creepypasta es un repositorio con material espeluznante del que leerías en una noche de acampada, pero no es un sitio de noticias. Si «Dafu Love» procede de ahí, entonces es una absoluta patraña.

Las respuestas de Scully durante la entrevista que le hicieron en 60 Minutes eran vagas y anodinas hasta el punto de resultar aburridas. No solo no muestra el menor arrepentimiento, sino que parece totalmente ajeno a la situación. La pregunta es por qué tanta gente tiene esa necesidad de seguir hablando de «Dafu Love» y por qué hay tantos otros ansiosos por ver vídeos en los que se asesina y descuartiza a personas.

Lo que quizá nunca lleguemos a comprender sea la diferencia entre aquellos que cierran los ojos cuando se enfrentan al horror y los que prefieren mirar.

El año pasado, cuando las decapitaciones perpetradas por el Estado Islámico causaron gran revuelo, se publicó un artículo académico titulado «Captivated and Grossed Out: An Examination of Processing Core and Sociomoral Disgusts in Entertainment Media» (Cautivador y horripilante: un análisis de las repulsas básicas y sociomorales en los medios de entretenimiento). Pregunté a una de sus autores, Bridget Rubenking, por qué las descripciones de «Dafu Love» resultan tan atractivas para algunas personas.

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Tras haber estudiado las reacciones de repugna de 130 personas, Rubenking afirma que se trata de evitar tabús. Según su hipótesis, nuestros cerebros están programados para aprender viendo las cosas que no queremos que nos ocurran a nosotros, y eso forma parte de nuestro «sistema de rechazo oral». Básicamente, seguimos los tabús por instinto, pero también queremos que estos caigan. Según ella, el deseo de ver a otras personas siendo objeto de algún tipo de violencia «puede manifestarse para mostrarnos qué prácticas y qué personas evitar, y nuestra curiosidad se debe a que no queremos hacer lo indebido».

Según Kardasz, "uno de los retos constantes en los delitos contra los menores es que aborrecemos tanto esos crímenes, desde el punto de vista emocional, lógico y psicológico, que estamos dispuestos a todo para negar su existencia», afirma.

Pero como atestiguan los 239.000 visionados del vídeo de Takedownman, algunos nos sentimos fascinados por estos delitos, y no todo el mundo quiere «negar su existencia». Lo que quizá nunca lleguemos a comprender sea la diferencia entre aquellos que cierran los ojos cuando se enfrentan al horror y los que prefieren mirar.

«Hay contenido de todo tipo porque hay gente de todo tipo. Desconozco los problemas subyacentes por los que algunas personas se sienten más atraídas por esa clase de contenido», confiesa Rubenking. «Los códigos morales de la gente pueden o no tener que ver con el tipo de contenido que son capaces de soportar».

Sigue a Mike Pearl en Twitter.

Traducción por Mario Abad.