José Mourinho y Arsène Wenger no son precisamente una pareja de amantes. Su relación pasó de frígida a directamente física (y sin demasiada química, si me permitís la broma fácil) el pasado octubre. A día de hoy parece inexistente: tras la derrota del Chelsea frente al Arsenal por 1-0 en la Community Shield, Mourinho se acercó a saludar a los futbolistas del equipo 'gunner'; Wenger, que iba detrás, simplemente pasó de largo y 'Mou' no hizo ningún ademán de acercársele.
Publicidad
Por cierto, cuando se marchaba al vestuario, Mourinho tiró a la grada las medallas de subcampeón. "Yo no me quedo con trofeos de segundones", declaró después el luso. Genio y figura hasta la sepultura, ya se sabe.[FS1]