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FIGHTLAND

Anthony Joshua es criticado en Twitter por rezar en una mezquita

Un ejemplo más de cómo el deporte influye en la sociedad y viceversa.

El campeón de peso completo Anthony Joshua provocó revuelo en redes sociales en los últimos días, pero esta vez no tuvo que ver con su carrera arriba de un cuadrilátero. Más bien, el monarca de la BIF recibió críticas e insultos por una foto donde aparece rezando en una mezquita.

Joshua subió la foto a su cuenta oficial de Twitter a principios de esta semana con la descripción "Además de suerte, dedicación y talento.. Las oraciones son una base sólida. Fue un placer acompañar a mi hermano en las plegarias esta tarde".

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Aunque Joshua no es practicante musulmán ha mostrado interés en dicha religión, y ha dicho estar abierto a una variedad de caminos religiosos.

"No tengo preferencia sobre alguna religión: tendría que investigar", dijo Joshua en una entrevista. "Nací siendo cristiano, pero conforme he crecido he dejado de apegarme a cualquier religión pero soy creyente".

La respuesta del público por la fotografía ha sido tanto de apoyo como de críticas e insultos. Como cualquier tema en redes sociales, la conversación se desvió rápidamente de la publicación original y desembocó en un debate plagado de opiniones sobre religión. Las críticas provenientes de todos los espectros sociales y políticos se manifestaron, y algunos acusan al campeón de peso completo por sus acciones, mientras que otros cuestionan su sinceridad en la ceremonia.

Como la mayoría de los fans sabe, Joshua tiene programado enfrentar al ex campeón de peso completo Wladimir Klitschko el 29 de abril, pero la publicación ha convencido a algunos seguidores para apoyar a Klitschko por el simple desprecio hacia el monarca británico. No es la primera vez que las redes sociales han influenciado al público previo a un pleito. Las peleas de boxeo (especialmente aquellas en la división más pesada) han representado en ocasiones ideales sociales más allá de la pelea en sí. Jack Johnson contra Jim Jeffries fue una pelea simbólica para los atletas negros (y estadounidenses negros en general) que luchaban por igualdad en la sociedad. Joe Louis representó a los Estados Unidos ante Max Schmeling al borde de la Segunda Guerra Mundial y el ascenso de Adolf Hitler. Y, por supuesto, quizá el ejemplo más famoso en el boxeo es cuando Muhammad Ali se enfrentó a Joe Frazier por primera vez en su "Pelea del Siglo" en la que Ali representó el ascenso de la conciencia negra y resistencia a la Guerra de Vietnam.

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Si hay un tema que irrita a la gente es el de la religión, y también la política. Pero cuando se trata de la fe musulmana, en la actualidad el tema rebasa a cualquier otro. A muchas personas les gusta creer que el deporte y la política están destinadas a estar separadas, pero es imposible hacerlo. Los achaques de la sociedad siempre llegan al deporte y viceversa. Las críticas por la reciente publicación de Joshua es otro ejemplo de cómo los fans no ha separado a la persona del atleta y, en un deporte como el boxeo, la pelea suele representar y confrontar dos grupos distintos de ideales. Con poco más de tres meses para su siguiente compromiso ante Klitschko es muy seguro que suceda.

Pero también diré que impregnar una pelea de algo más que un evento deportivo se debe en gran parte al público y su percepción, ya que para los atletas sólo se trata de compromiso profesional. Quizá deberíamos aprender una que otra cosa de ello.

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Tal vez Jeffries no haya sido el más liberal en cuanto a políticas sociales, pero también fue el hombre de su tiempo, y uno que perdió ante Johnson. "Nunca habría podido ganarle a Johnson ni en mis mejores años", dijo Jeffries después de la pelea. "No lo habría podido alcanzar ni en mil años". Aunque Schmeling fue promovido como el arquetipo del movimiento nazi, se distanció públicamente de Hitler y, de hecho, rescató a un número de judíos que eran perseguidos. Él y Joe Louis se hicieron grandes amigos hasta la muerte de Louis en 1981. En cuanto a Joe Frazier, fue escogido más o menos como el representante de un sector en desacuerdo con los ideales de Ali, pero parecía más interesado en ganar el derecho de hacerse llamar "campeón" en lugar de expresar una postura política. Aunque los dos nunca se hicieron amigos después de sus tres encuentros, hubo cierto respeto, mucho más del que existía antes de subirse al ring.

En cada uno de estos ejemplos, los peleadores encontraron cierta verdad al enfrentarse a sus oponentes. Se dieron cuenta de algo más allá del escándalo de la pelea y de las voces que le ordenaban odiar a su rival. Esto es parte de la belleza del boxeo: la revelación de un espacio donde podemos aprender a respetar al otro.

Aunque la defensa de Joshua ante Klitschko puede convertirse en una pleito sociopolítico para los fans (quizá incluso en parte para los peleadores involucrados), siempre habrá una parte del combate que objetivamente hablando no lo es. Dicha parte es aquella de la competencia, del sufrimiento y la motivación para librar la adversidad, donde lo único que importa es qué tan bien se pelea, y lo mucho que se pueda respetar al rival. Quizá haya algo en esta actitud que pueda ayudarnos a mejorar la nuestra.