Tanto injuria y tanto grito para tener los dos cinturones en el ring al final de UFC 205, para que ahora Conor McGregor tenga que entregar uno. UFC decidió, según lo anunció ayer, quitarle el cinturón de los pluma (145 libras) y convertir a José Aldo en el nuevo campeón de la división. La decisión parece haber sido en parte una respuesta a la necesidad de una cartelera de peso para apuntalar la flaqueante UFC 206 ahora que Cormier se lesionó. Dado que la pelea estelar de aquella función será la de Max Holloway contra Anthony Pettis, ambos estarán contendiendo por el título interino de los pluma. El ganador tendrá la oportunidad de unificar cinturones contra Aldo en 2017.UFC tiene la facultad legal para retirarle el cinturón al irlandés, porque seguramente no lo habrá querido dejar ir. Ser únicamente campeón de los ligeros no le sabrá nada bien. Según reportó Ariel Helwani, McGregor no estaba de acuerdo con el dictamen.Lo cierto, sin embargo, es que ese cinturón llevaba un rato largo dentro de la vitrina. McGregor lo ganó en diciembre de 2015 —en UFC 194—, y desde entonces no lo ha defendido en una sola ocasión. Tampoco se trata, seamos justos, de un caso de Mayewatherismo: desde que Aldo cayó noqueado en el segundo número trece del primer round hasta ahora, McGregor perdió contra Nate Diaz y luego ganó una decisión dividida; y recientemente consiguió el logro histórico del doble cinturón. Nada de pereza. Ninguna pereza caprichosa la suya. Quizá solo el capricho de quien sabe que va sentado en el asiento del conductor de su carrera.La división de los pluma, mientras tanto permanece quieta, silenciada porque el campeón está allá lejos, contemplando un hiato de unos meses, quizá considerando opciones para su defensa en ligero. El cinturón, desde la vitrina, ya casi lloraba como reliquia milagrosa. Oficial no hay nada hasta el momento de parte de McGregor. Algo nos dice que la respuesta será furiosa y épica por partes iguales.
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