Hay momentos épicos e inolvidables para los deportistas. En el futbol americano colegial de los Estados Unidos, uno de los mayores sueños es poder ser elegido en el DRAFT por un equipo importante y ganador. De preferencia, también poder ser drafteado en la primera ronda, quizá en la segunda y tercera, sin embargo, cuando llega la sexta y séptima y tu nombre no aparece, empiezan las dudas y el temor si verdaderamente alguien te va a seleccionar.Digamos que esto le pasó, pero a medias al linebacker Scooby Wright quien tuvo que esperar hasta la séptima y última ronda del DRAFT para ser elegido cumpliendo así su sueño de llegar al profesionalismo, aunque francamente, los Browns de Cleveland no sean el mejor equipo de la NFL.El DRAFT es un cúmulo de emociones que van desde el futbolista que celebra con una soberbia sonrisa hasta el que lo hace, literal, tirándose a la piscina con todo y ropa. Si no nos creen, chequen el festejo del buen Scooby quien rompió en llanto en medio de la alegría de su familia y terminó aventándose a su alberca con todo y ropa.Situaciones como la del defensivo de Cleveland se pudieron ver a lo largo y ancho del mundo, no solo entre jugadores sino también entre aficionados que querían ver a uno u otro futbolista en su equipo favorito.