Cuenta el entorno de la selección mexicana, y de quien conoce a Paul Aguilar, que el tipo es todo un personaje en los vestuarios de sus equipos. En una fiesta, sería el alma de la misma, pero en un club, digamos, es el güey que suele ser el más desmadroso de todos.En el campo, a muchas personas no les cae bien pues suele ser un poco 'arma-pedos' con los rivales. Un gran jugador, irónico, peleonero y diferente, sobre todo, cuando marca goles.¿Marcar goles? Si, como lateral no suele aparecer mucho, pero cuando lo hace, lo celebra normalmente de estas extrañas pero divertidas maneras, algunas de ellas, copiadas en el mismísimo videojuego FIFA.
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Pero ayer, el gol que le marcó a los Estados Unidos, y que todos los mexicanos celebraron por lo alto pues fue el tanto que le dio al Tri el pase a la Copa Confederaciones lo festejó de un modo distinto. ¿Cómo? Planeando como un avión para acabar azotándose contra la publicidad estática.¿Extraño? Para nada. Así es Paul Aguilar, el mismo que empezó a gritar "hay tiro, hay tiro" cuando Miguel Herrera se sonó a Cristian Martinoli. Un personajazo ese Aguilar.