Doce campanadas por Julio César Chávez Jr., la mariguana, y un prejuicio que perdura

"Quiero disculparme ante todas aquellas personas que se sienten decepcionadas o agraviadas por mi comportamiento, sólo yo sé las causas y sólo a mí me corresponde enfrentarlas. En contraparte les puedo decir que voy a salir fortalecido de estos eventos y que pondré todo mi empeño por reivindicar mi imagen ante toda la sociedad" -Julio César Chávez Jr., 2012.

El 15 de septiembre de 2012, Julio César Chávez Jr. ofreció una de las mejores peleas de su carrera ante el argentino Sergio Martínez, poseedor en ese entonces de la corona absoluta de los medianos reconocido también por la revista The Ring, a pesar de que Chávez era el campeón regular del CMB en peso medio y ese era el cinturón que estaba en juego. Chávez no ofreció realmente una pelea, pero sí un sensacional doceavo round en el que estuvo muy cerca de noquear a Martínez.

Si por un golpe certero más hubiera doblegado al argentino, hoy recordaríamos a Chávez Jr. como el primer mexicano en haber ostentado la corona legítima como el mejor de los pesos medios. La ironía y los negocios hicieron que la corona fuera vendida al mejor postor, primero a Miguel Cotto y luego a Saúl Álvarez.

Poco tiempo después de su sensacional demostración en aquel round contra Martínez, la Comisión Atlética de Nevada encontró rastros de mariguana en las muestras de orina de Chávez Jr. Por medio de sus representantes y abogados, Junior pidió clemencia, seis meses de suspensión y 10,000 dólares de multa. Sin embargo, la fama perseguía al mexicano. Era su segunda ofensa. En noviembre de 2009 se le había detectado furosemida, un diurético que aumenta la producción de orina, y que en los deportes de combate suele usarse para cortar el peso o para enmascarar otras sustancias prohibidas. La Comisión no tuvo ninguna clemencia: lo suspendió por nueve meses y lo multó con la increíble cantidad de 900,000 dls.

"Cualquier explicación o justificación que trate de dar por los recientes acontecimientos será poco o nada convincente, por ello quiero hacer del conocimiento de todos, que asumo plenamente la responsabilidad de mis actos así como las consecuencias de los mismos" -Julio César Chávez Jr., 2012.

Lo cierto es que incluso el mejor momento de Chávez Jr. -aquel increíble round- se vio empañado por la fama que lo ha acompañado toda la vida: la de ser un júnior sin nada que hacer en el boxeo; un joven indisciplinado quien, por la fama de su nombre, puede desairar a entrenadores legendarios como Freddie Roach y Nacho Beristáin, y decidir por él mismo las horas de su entrenamiento así como las condiciones de su sparring y su alimentación.

Chávez Jr. ha prometido al público una y otra vez que cambiará y será un nuevo Chávez. Pero no es posible, él es quien es: uno y otro; un vago o un boxeador a punto de coronarse campeón legítimo de los medios; un júnior o un boxeador mexicano como cualquier otro, dispuesto a dar con tal de recibir.

Tras la penalización siguió el escándalo. Miles de aficionados firmaron una petición en Change.org apoyando a Chávez Jr. Chávez mismo se defendió como pudo, alegando -con cierta razón- que la mariguana no es una sustancia que ayude en el rendimiento. Bob Arum, su promotor, amenazó con no volver a programar una pelea en Nevada. Para su fortuna, la Agencia Mundial Antidrogas (WADA) relajó por esos días su posición ante las muestras de mariguana, elevando el límite de muestra positiva de 15 nanogramos por milímetro a 150 miligramos. "No queremos ser flexibles con la lista -sentenció el Comité Atlético de la Agencia- pero los miembros quieren atrapar a los tramposos por tramposos, no por el uso recreacional". Si esta medida se hubiera tomado unos meses antes quizá nunca nos habríamos enterado del uso de mariguana por parte de Junior.

Pero al no haber sido así, la multa exagerada de la Comisión Atlética de Nevada reafirmó entre medios, fanáticos y aficionados casuales la idea de que Chávez Jr. era un vago protegido apenas por su apellido. Los titulares y las redes sociales se cebaron en él. En el país de los miles de muertos por el negocio de las drogas, la burla cayó por la muestra positiva de mariguana en la orina de Chávez. Su coraje en aquel doceavo round contra Maravilla cayó en el olvido. Chávez Jr. volvió a ser la burla de todos, injustamente, a mi parecer.

La cuestión es: Chávez Jr. y su familia debieron disculparse por una situación que hablaba más de las ambigüedades respecto de la mariguana en el país vecino, que de las realidades certeras de la mariguana en el mundo de los deportes, de la medicina o de la convivencia. La visión de la sociedad respecto de la mariguana ha influido en las medidas regulatorias de las agencias antidopaje. El Comité Olímpico Internacional prohibió su uso sencillamente porque la mariguana era una sustancia prohibida y marginada en la sociedad. Con el cambio de actitud en la sociedad respecto de la mariguana, también se ha desarrollado un movimiento que exige que los atletas dejen de ser perseguidos por el uso, medicinal o recreativo, que hacen de la mariguana.

"Que subió a boxear mariguano, eso es mentira. La noticia no sólo les tomó por sorpresa al público, sino también a nosotros su familia, es una lástima que lo traten así como si él estuviera haciéndole algo malo a alguien cuando sólo intenta lograr algo en el boxeo, como mexicanos me gustaría que fueran solidarios" -Cristian Chávez, hermano de Julio.

Una de las razones por las cuales WADA incluye a la mariguana en su lista de sustancias prohibidas es debido al efecto que puede tener en los atletas: "Por ejemplo -dice el doctor Matt Fedoruk de USADA- no querrías que un atleta de trineo descienda sobre el hielo afectado por la mariguana. Una sustancia prohibida también implica cómo afecta otros parámetros importantes como el dolor o la confianza u otras cosas que son más difíciles de medir o definir analíticamente".

¿Qué otros criterios -además de su clara prohibición- habrá seguido la Comisión de Nevada para multar por casi un millón de dólares a Junior? ¿Que le daba una ventaja sobre su oponente? ¿Que violaba el espíritu del deporte? ¿Que hacía quedar mal al boxeo?

Se olvida que este es el deporte que ha glorificado a violadores, hampones y asesinos.

Es el deporte que sigue glorificando a un ex campeón mundial como Edwin Valero que asesinó a su esposa y luego se suicidó colgado con sus propios pantalones.

Es el deporte que ha hecho de su relación con las drogas y el control antidopaje una novela que incluye los nombres de los más grandes: Mayweather, Pacquiao, Márquez.

Es el deporte cuyo ídolo filipino -otrora drogadicto y sin embargo temeroso de las pruebas de sangre- apoya una cacería inhumana contra los vendedores de drogas.

"No es su culpa ser hijo de quien es y la vida en cuna de oro no fue tan fácil como todos creen. Recuerden que mis papás se divorciaron cuando éramos muy pequeños y vivimos la adicción de mi papá hasta hace muy poco. La verdad que sólo pido respeto y un poco de solidaridad" -Cristian Chávez.

"No sé lo que pasó, estoy sumamente decepcionado, triste preocupado por su indisciplina […] Si este muchacho, mi hijo, sigue con esta indisciplina, irresponsabilidad que tiene, yo mejor le deseo que se retire, que no pelee" -Julio César Chávez, 2016.

En abril de 2017 el archirival de Julio César Chávez Jr, Saúl Álvarez, abdicó formalmente a sus responsabilidades como campeón de los pesos medianos al decir, en una entrevista con Jake Donovan: "No soy el campeón de los medianos. Lo fui en algún momento, pero ya no soy el campeón". Tenía que hacerlo. Tenía que abdicar. Su pelea del próximo 6 de mayo ante Junior se pactó en el absurdo peso de 164.5 libras. La Comisión de Nevada ni ninguna otra autoridad tiene control sobre el riesgo que dicho peso podría tener en ambos peleadores.

Aceptémoslo, la mariguana no ha producido ninguna víctima dentro del mundo del boxeo. Los pesos pactados, en cambio, han producido más de uno y los ejemplos sobran.

Si el peso pactado de las 164.5 libras provoca un desenlace fatídico el próximo 6 de mayo, ¿qué comisión, agencia o autoridad se hará cargo? ¿Qué sacrificios tendrá que hacer Júnior para dar el peso? Desde su pelea con Maravilla, Chávez Jr. se ha mantenido con trabajos entre las 167.5 y las 172.5 libras. En su largo cuerpo de 1.85 mts de estatura Chávez Jr. deberá contener apenas 74 kilos. Cada libra extra le costará por contrato un millón de dólares

como penalización.

¿Quién es el verdadero villano en este película? Aquel que por indisciplina e inconstancia fuma mariguana en sus ratos libres, o quien obliga a su oponente a un sacrificio inaudito que puede acabar con su salud de una vez por todas?