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NFL

Los Falcons de Atlanta y un futuro para sacudirse el pasado

Con el último año deportivo estando repleto de colapsos históricos, los Falcons fueron la cereza del pastel. ¿Qué viene para el equipo de Atlanta?
Fotografía por Kyle Terada-USA TODAY Sports

Este artículo es presentado por Samsung.

En un año repleto de colapsos deportivos históricos, los Falcons de Atlanta fueron la cereza del pastel. Fue duro ver a los Falcons el domingo pasado, o por lo menos en la segunda mitad. Pero, a la vez, fue grandioso presenciar la hazaña de los Patriots. Para Atlanta, la historia no ha sido buena, pero ¿qué le depara al equipo perdedor?

El caer, tras tener 25 puntos de ventaja en el Super Bowl LI ante los Patriots de Nueva Inglaterra, fue más doloroso que perder una ventaja de tres juegos a uno con el único MVP unánime en la historia de la NBA como sucedió con los Warriors de Golden State ante los Cavaliers de Cleveland en las pasadas finales de NBA; o ayudar a los Cubs de Chicago a romper maldiciones cediendo tres juegos en fila como los Indians de Cleveland.

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Fueron 18 años para que los Falcons regresaran al gran juego después de una masacre a manos de John Elway en el Super Bowl XXXIII que los dejó con tres temporadas perdedoras consecutivas y sólo tres apariciones en playoffs en los siguientes diez años.

La suerte de la franquicia ha sido complicada.

El 31 de enero de 1999 los Falcons cayeron en su primer Super Bowl en una temporada que se vio marcada por la cirugía a corazón abierto de Dan Reeves, y las declaraciones de él, como antiguo entrenador de John Elway, acusándolo de conspirar con Mike Shanahan para que fuera despedido del equipo.

Michael Vick parecía ser la salvación de la franquicia. En su segunda temporada se convertía en el primer mariscal visitante en ganar un juego de playoff ante los Packers en el Lambeau Field. Dos años después se quedaban a un paso del Super Bowl, donde hubieran enfrentado a los Pats de vencer a los Eagles de Filadelfia.

La era Vick, sin embargo, terminaría siendo un desastre. Arrestado y sentenciado tras encabezar una organización de pelea de perros, Vick sólo tendría dos temporadas ganadoras en seis años con Atlanta.

Rise Up es el slogan que la franquicia y sus aficionados han adoptado para impulsar al equipo en recientes años. Y estos Falcons tendrán que ir en contra de su propia historia para levantarse del mayor fracaso en su dura historia.

Fotografía por Jason Getz-USA TODAY Sports

Matt Ryan fue el respiro, y la verdadera recuperación de los Falcons tras esos dos periodos con resultados, pero oscuros. Elegido en el draft mientras Vick estaba en la cárcel, seis visitas a playoffs en nueve temporadas dan una constancia que jamás ha encontrado la franquicia, a pesar de cambios de generación y en especial de coordinadores ofensivos. En ese rubro el trabajo para los Falcons nuevamente inició horas después del último Super Bowl.

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Kyle Shanahan, sí, el hijo de ese Mike Shanahan, ha tomado el trabajo como entrenador en jefe de los 49ers de San Francisco, anunciado poco después de la triste caída en el Super Bowl. Los Falcons parecían estar preparados y no tardaron en anunciar, sorpresivamente, a Steve Sarkisian como su reemplazo.

Sarkisian llega con muy poca experiencia en NFL, un año como entrenador de quarterbacks con los Raiders, y cargando controversia en su nombre. Tras sólo una temporada y cinco juegos como entrenador en jefe de la Universidad del Sur de California, donde había sido coordinador ofensivo años antes, Sarkisian fue despedido tras una serie de incidentes que reveló problemas con el consumo de alcohol, los cuales también habían aparecido en su trabajo anterior como entrenador de la Universidad de Washington.

Tras un periodo de rehabilitación, Sarkisian llegó a la Universidad de Alabama como analista, fungiendo como coordinador ofensivo por un sólo partido, la final colegial en la que Alabama perdería ante Clemson. Sarkisian será el cuarto coordinador ofensivo desde 2011 para Matt Ryan.

La primera prioridad para mantener el equipo junto tendrá que ser Devonta Freeman. El corredor entrará al último año del contrato que firmó como novato con los Falcons y su agente ha sido vocal en pedir la compensación que el corredor se merecer.

Con pláticas sobre el tema ya en proceso, es probable que se busque firmar a Freeman antes de que sea un agente libre. Lo que hagan con Freeman tienen que tener en cuenta a Matt Ryan, quien a pesar de que tiene un par de años más en contrato, comenzará en algunos meses un proceso de extensión de contrato que ya tendrá como factor de negociación la actuación al Super Bowl, el premio como jugador más valioso de la NFL, y el simbolismo que representa para los aficionados.

La defensiva, parte fuerte de un entrenador como Dan Quinn, ha sido trabajada en los dos años que lleva al frente, pero llega a una encrucijada. Los Falcons cuenta con el tacle defensivo Jonathan Babineaux, un rostro defensivo para la franquicia, y al veterano y ala defensiva Dwight Freeney. Pero con jóvenes como Vic Beasley listos para ser las estrellas del otro lado del balón, los Falcons tendrán que pensar si es momento de dar paso a un total cambio generacional, o mantener una mezcla con veteranos por más tiempo. De cualquier manera, las piezas claves siguen estando en su lugar, y tienen toda la oportunidad para mantenerse como un equipo ganador.

De resistir la infame "resaca del Super Bowl", los Falcons están en una muy buena posición para ir contra su historia y regresar de este terrible fracaso, y la motivación mayor está a dos años de distancia. Los Falcons ahora se mudarán a un nuevo estadio —justo frente a su antigua casa, el Georgia Dome— y serán cede del Super Bowl LIII el 3 de febrero de 2019. Qué mejor manera de levantarse que hacerlo en casa.