Sábado de sufrimiento para los mejores libra por libra del boxeo

El nicaragüense Román "Chocolatito" González estaba considerado como el mejor peleador libra por libra en el mundo, según los principales medios especializados de boxeo. Y Gennady Golovkin, de Kazajistán, es a menudo considerado el número dos. Pero ambos, peleando en la misma cartelera en Nueva York, tuvieron una noche de sábado complicada.

Roman González fue víctima de una de las decisiones más controversiales en lo que va del año, que le costó la primera derrota de su carrera, y le costó también perder el campeonato mundial súper mosca del Consejo Mundial de Boxeo frente al tailandés Srisaket Sor Rungvisai.

Es cierto que el Chocolatito sufrió una caída en el primer round. En parte por golpes, y en parte por lo trenzado de las guardias encontradas, pero al final fue caída que contó en los puntos. Pero a partir de ahí, el nicaragüense fue creciendo en el combate, hasta llevarse con claridad siete u ocho de los 12 rounds. Además, a Rungvisai se le descontó un punto en el sexto round por uso indebido de la cabeza.

Es decir, que Román González era merecedor de una victoria, no solo unánime, sino por una ventaja de 3 o 4 puntos. El Chocolatito fue más explosivo y certero en la mayor parte de la pelea, y propuso el combate a pesar de un grave corte en la ceja.

Sin embargo, perdió inmerecidamente en una decisión mayoritaria en la que dos de los jueces vieron ganar a Rungvisai 114 a 112, y el tercer juez vio un empate a 113.

Nunca había visitado la lona el Chocolatito, y nunca había sido derrotado en su carrera. A pesar de la controversial decisión, ha sido una pelea histórica.

Gennady Golovkin vio cortada su racha de 23 nocauts en forma consecutiva al ganar una apretada decisión unánime sobre Daniel Jacobs para conservar sus cinturones de campeonato mundial de peso medio del CMB, AMB y FIB. Sin embargo, Golovkin pasó la noche más complicada de su carrera ante un Jacobs que sacó el corazón y la bravura cada vez que se sentía tocado.

Ningún rival le había llegado al round 12 a Golovkin, pero Jacobs no solo lo hizo, sino que lo hizo atacando y metiendo las manos sobre un Golovkin que no se animó a meter la cuarta marcha. El kazajo pudo derribar a Jacobs en el cuarto round, y aflojarlo. Cuando Jacobs sintió la pegada, sintió tambien el miedo y reculó en el siguiente round. Sin embargo, el estadounidense despertó en la pelea y tuvo tres rounds muy buenos. Sin embargo, Golovkin fue superior en el último tercio de la pelea, pero no pudo liquidar a Jacobs.

El estadounidense basó su plan de pelea en no dejarse arrinconar frente a uno de los peleadores que mejor corta el ring en el mundo. Eso hizo que Golovkin tuviera pocos blancos para meter golpes en repetición. El kazajo es un peleador de demolición, y si no logra hilvanar golpes en combinación queda condicionado a meter golpes duros, pero aislados.

Al final fue una victoria apretada para Golovkin, al que dos jueces vieron ganar 115 a 112, mientras que el tercer juez lo vio ganar por 114 a 113. A pesar del triunfo, la victoria por decisión parece una mancha al aire de invencibilidad que tenía Golovkin, y sin duda será un argumento clave en la negociación a favor del Canelo Alvarez en las pláticas para intentar concertar una pelea en la segunda mitad del año.