Marco Asensio: ¿potencial de estrella u otro 'caso Canales'?

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A los seguidores de las categorías inferiores y los fans del Real Mallorca el nombre de Marco Asensio les sugerirá sin duda grandes tardes de fútbol. Al resto de aficionados al fútbol quizás no les suene tanto, aunque después de este verano es difícil que hayan escapado a él. Su estrella está empezando a ascender en el firmamento de la Liga BBVA: ¿llegará a las alturas, o empalidecerá antes de hora?

Ser el centro de todas las miradas es una constante en la vida de Asensio, quien con tan solo diez años empezó a defender el escudo del Mallorca. El mediapunta ascendió rápidamente por las categorías inferiores del club balear gracias a su inmenso talento y alcanzó el primer equipo en la temporada 2013-14.

"Enseguida me llamó la atención aquel zurdito", explica José Luis Oltra, el técnico que ascendió a Asensio al primer equipo del club bermellón. Los técnicos de la cantera mallorquinista ya le habían informado de las posibilidades del jovencísimo jugador de Palma: Oltra, de hecho, remarca que a Asensio no le descubrió él, sino que simplemente tuvo "la suerte de estar allí cuando apareció".

En Segunda División, Asensio destacó desde el primer día. Su exquisita zurda le convertía en un peligro cada vez que recibía el balón: desde la posición de mediapunta o de extremo, Marco era la referencia perfecta a la hora de dirigir contragolpes gracias a su conducción potente y precisa. En octubre de 2014, la Liga Adelante reconoció su trabajo eligiéndolo mejor jugador del mes.

El entrenador que descubrió a Asensio cuando era un niño, Clemente Marín, explica que tuvo claro al verle por primera vez que Marco era una estrella en potencia: "Desde el córner marcaba goles, incluso te las clavaba por la escuadra", asegura Marín. "¿La ruleta que hacia Zidane? Esa se la he visto mil veces a Marco".

Asensio no solo es devastador en transición ofensiva. El mallorquín nunca se esconde: viene a recibir a cualquier altura y es capaz de romper defensas en estático mediante el pase profundo, una característica vital para cualquier ataque posicional. Por si eso fuera poco, Asensio también sumó la nada desdeñable cifra de seis goles en la Liga Adelante la pasada temporada.

No es de extrañar que durante este verano muchos clubes de élite se encapricharan por este joven nacido en Palma en 1996. El Chelsea FC inglés, el FC Barcelona y el Real Madrid llamaron a la puerta del Mallorca para interesarse por Asensio. Sería el conjunto blanco quien a la postre se llevaría el gato al agua: el representante de Asensio prefería que su representado se quedara en la Liga, con lo cual el Chelsea quedó descartado; posteriormente, el Mallorca exigió un pago inmediato de 3,9 millones de euros para cerrar el fichaje y los azulgrana no accedieron, así que Marco terminó recalando en el Bernabéu.

El equipo de la Castellana le ofreció un contrato de seis temporadas, aunque el contrato de Asensio explicitaba que si el Mallorca ascendía a Primera el jugador se quedaría un año más en las Baleares como cedido. Como los bermellones no consiguieron volver a Primera, se decidió que Marco un año en préstamo en otro equipo de la Liga BBVA.

Antes de dilucidar su futuro, sin embargo, Asensio tenía aún un gran reto por delante: la Eurocopa sub-19 de Grecia.

El equipo que dirigía el seleccionador Luis de la Fuente contaba, además de Marco, con una plantilla de gran calidad: jugadores como el bético Dani Ceballos y el madridista Borja Mayoral convertían a España en una clara favorita por el título. Sin embargo, la fase de grupos del torneo fue poco espectacular: los partidos se resolvieron más por solidez y por acierto a balón parado que por un enfoque colectivo.

Hasta que llegaron las semifinales frente a Francia.

Contra los galos, Asensio se destapó. Marcó dos goles y junto a Ceballos fue el eje alrededor del cual gravitaba el equipo. La final contra Rusia, una selección contra la cual España había perdido en la fase de grupos del torneo, fue aún mejor: la pareja formada por Marco y Dani aplastó al centro del campo ruso. Los españoles tiraron 9 veces entre los tres palos; sus rivales solo lo lograron en una única ocasión. El 2-0 final pudo haber sido aún más abultado.

"Nos merecimos el título de principio a fin", aseguró Asensio en una entrevista para el diario As. El propio Marco ya había apuntado a su mejora personal tras las semis contra Francia: "Siempre he creído en mí. Sabía que mi momento iba a llegar".

Después de la victoria europea (la séptima en catorce ediciones: España ha ganado la mitad de Eurocopas sub-19 que se han disputado), Asensio se enfundó la camiseta del Real Madrid y participó en la gira veraniega del club blanco esperando conocer su futuro. Dos equipos se interesaron especialmente por su cesión: el Real Betis y el RCD Espanyol. Serían los 'pericos' quienes al final lograrían hacerse con sus servicios.

En Cornellà-El Prat, Asensio se iba a encontrar con un equipo teóricamente adecuado a sus características. El Espanyol que dirige Sergio González apostó la pasada campaña por un fútbol de balón raso y asociación, pero este verano sufrió un revés potencialmente demoledor: su gran estrella, el 'delantero de las casas baratas' Sergio García, se marchó al Al-Rayyan qatarí. ¿Cómo iba el entrenador a reconstruir su escuadra sin su mejor futbolista?

Asensio podía ser una de las respuestas.

El mallorquín llegó demasiado tarde a los entrenamientos para debutar en la primera jornada; su nuevo técnico, de hecho, le reservó hasta la cuarta. Tras el desastre de la tercera jornada frente al Real Madrid, Sergio decidió que su equipo necesitaba un cambio radical. El entrenador sacudió el árbol: en Anoeta, frente a la Real Sociedad, Asensio debutó con la casaca blanquiazul —y lo hizo como titular.

Marco no decepcionó. El nuevo '8' 'perico' provocó un penalti que dejó a los 'txuri urdin' con inferioridad numérica y al Espanyol con superioridad en el marcador. La Real apretó y consiguió igualar el encuentro, pero un gol del centrocampista Hernán Pérez en el minuto 90 permitió que los catalanes se llevaran los tres puntos.

El futuro de Asensio en el Espanyol tiene buena pinta. No obstante, aun siendo anecdótico, es ciertamente curioso que su debut se produjera precisamente frente a la Real Sociedad, equipo en el que milita otra antigua gran promesa con pasado madridista: el centrocampista cántabro Sergio Canales.

Tras recalar en el Real Madrid en 2010, Canales, que llegó con la vitola de superestrella en ciernes, fue incapaz de hacerse un sitio en el equipo que entonces dirigía José Mourinho. El ex del Racing de Santander, de hecho, solo duró una temporada en el Bernabéu: posteriormente pasaría por el Valencia CF antes de conseguir cierta regularidad en la Real Sociedad.

El desafío de Asensio no solo es futbolístico: si Marco completa una gran temporada en el Espanyol y vuelve al Madrid, tendrá que hacer frente a la máquina de triturar jugadores jóvenes que lleva siendo el Bernabéu en los últimos años. Sea por los cambios constantes de entrenador o por la enorme exigencia del conjunto blanco, el Real Madrid es un destino extremadamente complicado para los jugadores noveles desde hace muchas temporadas… y, las cosas como sean, Rafa Benítez no se caracteriza precisamente por su paciencia con sus futbolistas.

¿Conseguirá Marco Asensio romper esta maldición y triunfar donde otros, como el propio Canales, se han estrellado? Quién sabe. De momento, disfrutémosle en el Espanyol: si tiene que llegar su caída —y ojalá no sea así—, mejor que nos pille cuando ya hayamos gozado de su fútbol todo lo posible.

Patricia Schilt ha colaborado en la redacción de este artículo. Síguela en Twitter: @PatySchilt