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El Juego Perfecto de Don Larsen y la transmisión en Cuba mediante helicópteros

En aquel 1956 el beisbol estaba prohibido en Cuba, pese a eso, aquel Juego Perfecto fue transmitido en la isla. Hoy el interés cubano en el beisbol se modifica.
Foto: AP

Históricamente Cuba ha tenido, y tiene peloteros de clase mundial que terminan realizando sus mejores lanzamientos, batazos y atrapadas en el beisbol del que hasta hace unos meses era el vecino incómodo.

El Caribe ha sido el supermercado favorito de los buscadores de talento que prometen la gloria y lo más importante: dólares.

A diferencia de los futbolistas que tienen como meta distintas ligas europeas — que aunque varíen en el nivel de competición — todas ellas tienen calidad mundial. Los beisbolistas tienen una sola meta y un país, en el que se juega el mejor beisbol del mundo: Estados Unidos.

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El beisbol peligra como el deporte más popular de toda Cuba. Foto: Havana Times

En México, el gusto por el Rey de los Deportes es tan longevo como la primera temporada de la Liga Mexicana de Beisbol (1925). Pareciera que esa pasión es solo de unos pocos y que aquí no hay muchos equipos que seguir. Pero no es así, la LMB cuenta con 16 equipos, ocho en la zona norte y otros ocho en la zona sur.

La televisión se ha convertido en juez del deporte que debe verse y como consecuencia practicarse. En nuestro país el eterno problema con el beisbol son los tiempos que consume: para los aficionados es jodidamente emocionante, pero para las televisoras es un causante de pérdidas monetarias.

José Hugo Fernández, periodista y escritor cubano reflexiona sobre el impulso que se ha dado al futbol por encima del beisbol en el país caribeño. Además del acoso que ha sufrido el deporte en la isla por parte de sus gobernantes, que durante más de 50 años prohibieron cualquier cosa que tuviera que ver con la blanquita.

Donde antes se hablaba con pasión de nuestros astros en las ligas nacionales, actualmente se habla de Lionel Messi y de Cristiano Ronaldo. Tal como veíamos antes a los niños y adolescentes jugando a la pelota en las calles, hoy los vemos jugando al balompié

Hoy la incubadora de grandes peloteros dejó de serlo, ahora incuba lo que el mercado necesita y demanda: futbolistas.

Las minorías deportivas son élites que presumen serlo. Ver beisbol, jugar beisbol, entender el beisbol y saber de beisbol es un lujo en México; en Cuba era una necesidad para poder salir de la isla y firmar un contrato millonario.

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La pelota era uno de los medios más importantes para poder cambiar el destino de muchos jóvenes, hoy la televisión cubana ha decidido que es mejor televisar el clásico español de futbol, que un juego del que por décadas fue su deporte más popular.

En Cuba se televisó el juego perfecto de Don Larsen

Una discusión entre dos grandes amigos aficionados al beisbol tiene lugar en algún lugar del Distrito Federal de los años 80. Un cubano y un mexicano discuten sobre el juego perfecto que Don Larsen lanzó en la Serie Mundial de 1956: los Yankees en contra de los Dodgers.

El lanzador estadounidense logró cero errores, cero hits, cero bases por bolas, cero carreras y retiró 27 bateadores en el quinto juego del Clásico de Otoño, el 8 de octubre.

Foto: AP

La charla entre el cubano y el mexicano subía de tono al analizar el último strike cantado a Larsen. Uno creía que estaba bien marcado y el otro que no, ambos, claro, poniendo argumentos en la mesa.

La seguridad con la que el caribeño lanzaba los argumentos hizo que de inmediato fuera atacado y cuestionado sobre cómo había podido observar el juego en aquella década encontrándose él en La Habana.

El isleño, seguro de sí y con la firme certeza de que había visto aquel juego en su patria durante su adolescencia, contestó que no sabía cómo, pero lo había visto.

La discusión ya no era en torno al lanzador de los Yankees, ahora se enfocaba en la transmisión televisiva del histórico juego.

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La duda no era con respecto a que en ese año estuviera prohibido el beisbol en Cuba (todavía no llegaba Fidel Castro al poder) la duda se fundamentaba en que en el 56 todavía no se transmitían juegos de Grandes Ligas en México. Soberbia.

Así tituló el Dialy News el Juego Perfecto de Don Larsen. Foto: Daily News

Aquella controversia había quedado pendiente, ambos se fueron con dudas: uno con la duda de cómo se había transmitido el juego, el otro preguntándose si era verdad que se había transmitido el juego en la isla.

El juego sí se transmitió, lo increíble fue la forma en que se logró la emisión: helicópteros se turnaron para recibir la señal y la bajaron hacia la entonces Cuba apasionada a la pelota.

Suena bastante lógico, aeronaves patrocinadas por Estados Unidos para alimentar con sueños a los peloteros que en un futuro llenarían de talento los parques del país norteamericano.

El mexicano, después de una larga investigación, dio con el modo en el que sea había logrado aquella hazaña. Ambos despejaron sus dudas: uno sabía cómo se había transmitido el juego perfecto, el otro corroboró la veracidad de los argumentos sobre ese último strike.

La historia no está en ningún portal especializado, la historia la tienen ese par de viejos en un libro que atesoran en una caja de cartón sellada con cinta y resguardada en algún cuarto de azotea.