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Por qué Kevin Durant está cerca de alcanzar otro nivel

Considerado por mucho tiempo el segundo mejor basquetbolista del mundo, el MVP de las Finales podría estar a nada de regalarnos una temporada histórica.
Foto: Cary Edmondson - USA TODAY Sports

Kevin Durant ha tenido un año impresionante: ganó su primer campeonato de la NBA y fue nombrado el MVP de las Finales. Consiguió llevar a lo alto su importancia histórica mientras lidiaba con la menor carga de trabajo de su vida.

Durant tiene 28 años y está en lo más alto del basquetbol profesional. La temporada pasada brilló en un nuevo papel. El año siguiente nos regalará una obra maestra.

El equipo más talentoso en la historia de la NBA será mucho más explosivo en el 2018, en gran parte porque su mejor jugador tendrá una vida más cómoda en la duela. Durant es ya de por sí despiadadamente eficiente, pero ahora jugará su segundo año dentro de un sistema donde el egoísmo no existe, rodeado de jugadores cada vez más potentes.

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Las responsabilidades de Durant cambiaron el año pasado de algunas formas predecibles. Promedió la menor cantidad de minutos jugadores y la segunda menor cantidad de puntos en su carrera, apenas desperdició una finta o mantuvo el balón por mucho tiempo. Prosperó en un ambiente donde la mayoría de sus compañeros de equipo pudieron crean sus propias oportunidades, y no tuvieron que depender de Durant.

De acuerdo con Synergy Sports, en su última temporada co el Thunder de Oklahoma City, el 36.4 por ciento de las posesiones de balón de Durant terminaron en un jugador sin marca o en un creador de pick-and-rolls. Con los Warriors, esta cantidad bajó a 24.1 por ciento. Durant fue uno de los mejores jugadores en el Thunder, pero en un solo año en Oakland se liberó de los grilletes.

Durant despedazó a sus rivales en campo abierto y penetró defensas que se vieron obligadas a tratarlo como la punta de una lanza cada vez que cruzaba el centro de la duela. Se adueñó de la pintura y no se vio forzado a lanzar de dos desde larga distancia como en el pasado. Sus hombros dejaron de cargar tanto peso. Hubo más clavadas, más series ofensivas, y una cantidad de buenos pasadores a su lado. El porcentaje de sus tiros de campo de dos puntos asistidos alcanzó una cifra récord personal.

En su primera temporada con un grupo de nuevos compañeros, Durant nos regaló una de las campañas más eficientes. Se convirtió en el sexto jugador en la NBA con la amenos mil tiros, y cerró con un porcentaje True Shooting por encima del 65.0.

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El recorte en el salario de Durant le permitió a los Warriors tener un verano perfecto. No sólo los miembros clave del equipo de hace un año regresarán (incluyendo Andre Iguodala, Shaun Livingston, David West, y Zaza Pachulia), sino también Nick Young y Omri Casspi están en camino para complementar a los mejores jugadores del equipo.

Ambos pueden abrir la cancha —Casspi encestó el 40.9 por ciento de sus tiples en 274 intentos (récord personal) en la temporada 2015-16, mientras que Young metió el 43.9 por ciento de sus triples el año pasado—, crear jugadas de la nada, y resguardar varias posiciones.

Dado el obsceno talento de Golden State en la banca, no tiene sentido saturar a Durant y Curry con minutos en la temporada regular. Cuando compartieron la duela el año pasado, KD era apenas una versión no pulida de su ya grandioso talento.

Gracias a la llegada de Nick Young, KD y Curry podrían compartir más minutos. Foto: Jaime Valdez - USA TODAY Sports

Curry puede iniciar por sí solo cualquier acción imparable con el balón en sus manos. Curry prepara los "dulces" para Durant, quien espera en el lado débil, atrapa los pases y después penetra las defensas que no están balanceadas.

La misma lógica genérica aplica para Klay Thompson. Durant lanzó el 71.2 por ciento de sus tiros a cinco pies del tablero sin Thompson en la duela, y un 78.2 por ciento en su presencia. Para ser francos, gracias a su banca mejorada (que incluye a Patrick McCaw) no hay mucha urgencia para poner a Durant o Curry en equipos B. Quizá Durant pueda pasar más minutos la temporada siguiente con dos de las armas más letales de la NBA en tiros no pausados que atraigan la atención del rival.

A ratos, Durant se verá obligado a asumir más responsabilidades para crear jugadas cuando Kerr separe a los tres arriba, pero también estará rodeado de jugadores como Young y Casspi, dos nuevos acompañantes que no estuvieron durante su milagrosa temporada 2016-17. No habrá período de adaptación entre los titulares. Todos conocen los movimientos del otro como la palma de su mano, y el resto de la liga aún tiene que descifrar una estrategia para detenerlos.

Cubrir a Durant no es una opción, y la mayoría de los planteles no cuentan con la altura, fortaleza y rapidez para pararlo a la transición o en medio de la duela. Por el momento no hay límites establecidos en las estadísticas, pero no sería una sorpresa que el porcentaje verdadero de tiros rondara los 70.0 en varios puntos del año. Mientras que el resto de la liga se queda en el mismo nivel, Durant está a nada de sobrepasar los límites.