No hay defensa que pueda parar a Isaiah Thomas

Isaiah Thomas es un cuento para conciliar el sueño, uno que trata de la estrella más inspiradora de la NBA embarcada en la aventura de postemporada más increíble que hacía tiempo no veíamos. Tomemos de ejemplo el Juego 2 de los Celtics contra los Wizards de Washington. A pesar de tener la boca tan hinchada que apenas podía hablar —le tomó una sesión de cuatro horas en el dentista para arreglar sus dientes después del golpe recibido dos días antes—, el base de 1.75 m anotó 53 puntos en la victoria de su equipo en tiempo extra. Es el séptimo jugador que lidera una ofensiva con tanta agresividad en postemporada desde 1964; los otros seis son Michael Jordan, Charles Barkley, John Havlicek, Rick Barry, Jerry West, y Allen Iverson —todos miembros del Salón a la Fama—.

No hay jugador en la liga que sea más efectivo cuando más importa serlo. Thomas se impuso en la temporada regular, aniquilando rivales en el último cuarto con un tiro suspendido mejorado que complementó su colección de astutos movimientos. Russell Westbrook fue el único jugador con más puntos en los últimos cinco minutos durante la temporada regular. Thomas cerró con 24 puntos menos que la maravilla de Oklahoma City con la misma cantidad de intentos (50).

Thomas creó una de las rachas más impresionantes de puntos en la historia del este deporte, gracias a su constancia, compromiso y garra que sedimentaron su estatus como una de las superestrellas a la ofensiva y digno candidato al MVP. Y, sin embargo, hubo quien dudó que Thomas pudiese replicar su nivel en postemporada.

La preocupación tenía fundamentos. Los fans de los Celtics lamentan el momento en que David Blatt decidió poner a Iman Shumpert para marcar a Thomas en los playoffs de 2015, y aunque Thomas pudo promediar 24.2 puntos por partido en la derrota de Boston ante los Hawks de Atlanta el año pasado, el base de los Celtics encestó menos del 40 por ciento de sus tiros y 30 por ciento de triples.

Los escépticos creyeron que la baja estatura de Thomas no le permitía ser exitoso contra defensas que no hacían nada más que disputar tiros incomodarlo. Los creyentes pensaron que sólo necesitaban algo de ayuda: una válvula de escape en los pick-and-rolls, tiros más atinados, y quizá otro creador que le quitara presión y lo liberara.

Ahora, Thomas tiene todo eso y más.

Mientras a los Rockets de Houston le han llovido elogios por su manera de armar el equipo alrededor de James Harden, los jugadores colocados alrededor de Thomas en los Celtics podría ser una tarea mejor hecha. La noche del martes en el Juego 2, Thomas anotó 20 puntos en el último cuarto y nueve en tiempo extra, mientras golpeaba su muñeca izquierda en repetidas ocasiones para recordarle a la audiencia el tiempo restante, como si no estuviesen lo suficiente consciente de ello.

Todos estos factores han motivado a Brad Stevens para entregarle el balón a Thomas más tiempo. De acuerdo con Synergy Sports, el 24.5 por ciento de las posesiones de Thomas en la postemporada del año pasado terminaron en jugadas pick-and-roll exitosas. Hoy en día, esta cifra a subido a 42.4 por ciento.

Al Horford, y hasta cierto punto Kelly Olynyk, pueden hacer lo mismo. La estimada adquisición de agencia libre de Boston desempeña un excelente trabajo para liberar a los bases de Boston, especialmente a Thomas. Por lo general, los números individuales de Horford no reflejan el alcance de su impacto; sin embargo, los de Thomas sí.

Los Wizards han intentando todo. Nada funciona. Al arranque del último cuarto en el Juego 2, pusieron al pobre de Jason Smith marcar a Thomas en la pantalla de Olynyk. Thomas respondió con un layup. Un par de minutos después, los Celtics pusieron a Marcus Smart para hacer una pantalla sobre John Wall. El marcaje de Smart, Markieff Morris, creyó que Wall bloquearía a Thomas sobre la banda, pero Thomas entró por en medio,

Es casi imposible describir cómo Thomas puede salirse con la suya en jugadas complicadas, pero esto es precisamente lo que lo convierte en un jugador especial. Su facultad para tomar desiciones es impresionante considerando la frecuencia con la que controla el balón.

Al final del partido, los Celtics decidieron atacar a defensores como Otto Porter que no pueden mantener el ritmo, y Thomas procedió a destrozarlos en el tablero. También el tiempo extra, donde inundó la pintura y tuvo menos resistencia y cero protección en al aro. La energía de Thomas en los últimos partidos tiene una razón: el poco trabajo que tiene que hacer a la defensiva.

"[Thomas] tiene la oportunidad de descansar de su trabajo defensivo", Wall comentó. "Cuenta con otros jugadores que pueden cubrir su trabajo, y esto le permite reservar mucha energía a la ofensiva".

Thomas nos regaló un partido para la historia, un escenario digno de un cuento de hadas que nadie creyó hasta que sucedió. Tal vez no vuelva a repetir los 53 puntos, pero los problemas que Thomas provoca con el balón en sus manos durarán hasta que la temporada de Boston por fin concluya.

A juzgar por el momento que su jugador franquicia atraviesa, los Celtics podrían postergar su presencia en postemporada.