Ricardo "El Matador" Mayorga planea regresar al ring

Ricardo "El Matador'" Mayorga fastidiando a Oscar De La Hoya durante una conferencia de prensa en 2006. Foto por Jason Szenes/EPA

El brabucón nicaragüense, Ricardo Mayorga, tiene pensado regresar a los cuadriláteros pero aún no tiene fecha oficial para hacerlo. Boxingscene informó que podría ser el 18 de febrero ante un oponente desconocido hasta el momento, pero BoxRec, el sitio no oficial encargado de recopilar los récords de los boxeadores, subió a su sitio que el combate se daría el 1 de abril contra Jaudiel Zepeda, con marca de 12-17-1 con 9 nocauts. De ser verdad, la pelea sería un calentamiento para regresar al boxeo de la manera menos riesgosa.

Mayorga también apareció en los encabezados por su reto lanzado al campeón de UFC, Conor McGregor, quien en los últimos meses ha mostrado ser el boleto más atractivo en el boxeo. Bien conocido por su astucia para fanfarronear, al menos los comentarios de Mayorga han sido bastante entretenidos de leer.

"Admito que es muy bueno en las artes marciales mixtas, pero en el boxeo comete errores", dijo Mayorga en una entrevista. "En cuanto lo agarre, lo voy a romper, lo voy a desintegrar.

"Si me busca, me va a encontrar. No me he enfrentado, como dicen, con peleadores mediocres con marcas inexistentes como McGregor. Pero si quiere pelear y me busca, me encontrará.

"Cuando subamos al ring, sabrá que soy un hombre y él una mujer", añadió Mayorga. "McGregor se abre mucho cuando pelea. Le voy a dejar la mandíbula hasta el ombligo para que aprenda a respetarme y temerme".

Aunque el tema de McGregor y su supuesta entrada al boxeo ha molestado a varias estrellas de este deporte, nadie con un sentido verdadero sobre boxeo tomaría esta pelea seriamente. De todos los nombres posibles para enfrentar a McGregor, Ricardo Mayorga es el menos indicado para todos los fans. La última vez que el nicaragüense apareció arriba del encordado fue en agosto del año pasado para perder en seis asaltos contra Shane Mosley; en general fue un evento deprimente.

Casi al final de la pelea, las cámaras hicieron una toma de la esposa de Mayorga mientras lloraba, acompañada de sus hijos, por la paliza pública que su esposo estaba recibiendo. Después del pleito, el nicaragüense publicó en Twitter la razón por la que los peleadores se someten a este tipo de cosas:

"Peleamos para alimentar a nuestra familia. Hacemos nuestro mejor esfuerzo pero no es suficiente. El boxeo es todo lo que conocemos para alimentar a la familia".

A finales de diciembre del año pasado, Mayorga reapareció en los encabezados deportivos porque supuestamente fue golpeado con un palo de golf durante un altercado en una gasolinera. Antes de eso, el nicaragüense había aparecido en las noticias por chocar un auto deportivo con un taxi, y circularon fotos de él en estado de ebriedad afuera de otra gasolinera. Al parecer, también planea seguir los pasos de la leyenda Alexis Arguello, pues ha intentado postularse como alcalde pero por sus problemas personales no ha podido ser considerado como un candidato viable; lamentable situación cuando se le aborda desde otro ángulo.

Hace poco más de 13 años, la revista Sports Illustrated le dedicó un perfil a Mayorga, declarándolo como "el peleador más alucinante del boxeo". Esto se dio cuando el chico malo de Nicaragua solía fumar en las ruedas de prensa, comer alitas de pollo en la ceremonia de pesaje, y contaba con los mejores insultos para calentar una pelea. Además ganaba. A la distancia, Mayorga lucía como un bruto maleducado hecho para los trancazos. Pero en el fondo yace algo más.

Mayorga, uno de seis hijos, creció en medio de extrema pobreza en una habitación con piso de tierra, y aprendió el lado crudo de la vida por medio de los golpes que su padre le propinaba. Pronto se uniría a pandillas, razón por la que su rostro y cuerpo presenta varias cicatrices. Pero incluso una vez que siguió subiendo en la escala social gracias al boxeo profesional, mantuvo las mismas amistades, no por tonto sino por ser leal. Y aunque ha pronunciado ofensas de todo tipo, siempre ha sido un tipo relajado.

La razón más probable del regreso de Mayorga quizá tenga que ver con el dinero. Por ello es que, tal vez, se animó a desafiar a McGregor. Tomando en cuenta todas las palizas y humillaciones que ha sufrido arriba del ring, y el hecho que tiene 43 años encima, uno sólo puede desearle lo mejor.

Mayorga es el ejemplo perfecto de lo que suele suceder con muchos boxeadores. Son adorados cuando son famosos, y olvidados cuando tocan fondo.