Sonidos de maquinarias, chimeneas, cortadoras y demás emanaciones industriales quedaron compactadas en las paredes de una fábrica que alguna vez fue. Ahora, el abandono caracteriza a algunas de las protagonistas de las fotografías de David Lynch, quien se ha dedicado a documentar, con su peculiar punto de vista, fábricas en estado de abandono.No extraña que David sienta obsesión por los remanentes de la revolución industrial, pues si prestamos a atención a algunas de sus obras podemos ver maquinaria o industria presente, ya sea de manera sutil o efímera como en Mulholland Drive o su divina serie Twin Peaks, o formando parte de la historia como en Eraserhead o Industrial Symphony No. 1. Este hombre con bonito peinado encuentra belleza en las formas, sonidos y movimientos de una máquina o, en su defecto, de una fábrica, desde cualquier ángulo que la vea, y si se le agrega óxido, pasto crecido, moho y el eco misterioso de una manufactura con muchos años de inactividad encima, se tiene el escenario perfecto para seducir todos los sentidos de Lynch, y ha sido eso, precisamente, lo que le inspiró a darse unos divertidos paseos por algunas fábricas de Nueva York, Inglaterra y Polonia para fotografiarlas y darse cuenta de que prefiere ir a este tipo de sitios en vez de a Disneylandia.
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Los paseos en estos lugares dejaron como saldo fotográfico un ensayo de imágenes carentes de color y vida humana realmente intimidantes, no sólo porque se trata de un lugar donde reina la soledad y que se quedó completamente atascado en el pasado, sino por la forma en que él nos introduce en esos territorios a través de sus ojos, incomodándonos de la misma manera como lo hace con sus piezas audiovisuales. Siempre, pero siempre, David logra producir en nosotros cierto malestar o tensión con sus imágenes, y estas fotografías no son la excepción.Las texturas, la iluminación, el sonido mudo de un paisaje colmado de maquinarias dormidas, de ventanas sucias, de tecnología muerta, cautivan a este cineasta. Sus capturas nos invitan a imaginar quién habrá sido el último en cerrar la puerta o en apagar la luz, y a su vez, cuestionarnos por qué algo tan "insignificante" como este tipo de escenarios nunca nos habían llamado la atención hasta que Lynch nos los puso en frente. La respuesta es: su visión. Sus maneras fotográficas que seducen nuestra curiosidad y nuestro miedo y que con ellas él logra, nuevamente, dominar nuestros sentidos. Así es su forma de trabajar, y su visión nos enamora y hace que, inexplicablemente, estas fotografías nos encanten.Capturas de LONDON ART – David Lynch @ The Phorographers GalleryRelacionados:Este corto en Snapchat parece un episodio de 'Black Mirror' dirigido por David Lynch¡El nuevo teaser de la tercera temporada de Twin Peaks está aquí!Mira el tráiler de Psychogenic Fugue: un homenaje colectivo a la obra de David Lynch
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