​El fantasma número 12 que pasó a la historia con Colo Colo en la Libertadores

Era el 5 de junio de 1991, se disputaba la final de la Copa Libertadores de América en la que se enfrentaban Colo Colo de Chile y Olimpia de Paraguay, en el Estadio Monumental en Santiago. Mientras el cuadro local posaba para los fotógrafos un muchacho entró al campo de juego y corrió hacia los jugadores, posándose frente a los futuros campeones, convirtiéndose así en el jugador número 12 de aquella fotografía.

A Luis Mauricio Lopez le apodaron "el fantasma" ya que se coló en la foto del plantel y luego desapareció sin dejar huella. Los medios trataron de seguirle la pista pero no lograron dar con su paradero hasta muchos años después.

Nadie esperaba que el chico apareciera en la toma y mucho menos que los jugadores actuaran como si nada estuviera pasando, y es que realmente con tanta adrenalina y presión por encontrarse en la final de la Libertadores seguramente nadie se iba a tomar el tiempo para sacar al niño del plano fotográfico.

Otra cosa que nadie sabía era que el escurridizo Luis Mauricio de 15 años había planeado su minuto de fama desde durante su corta vida. La idea de entrar a las canchas la heredó de su padre, quien también se colaba en los estadios y según la entrevista que dio su madre a La Tercera, llegó a sacarse una foto con Pelé.

"El hincha fantasma" entró a la cancha del Estadio Monumental antes que lo hiciera el cuadro local. Luis, con la bandera de Chile colgada en la espalda como capa de superhéroe, estaba corriendo en el césped junto a los jugadores de Olimpia, que estaban calentando minutos antes del partido.

Al muchacho lo querían sacar del campo de juego para tener la cancha limpia, sin gente ajena a los deportistas, pero el jugador número 12 eludió a los guardias por más de diez minutos, hasta que el plantel albo hizo su aparición sobre el césped del estadio.

"El Monito" como le decían en su barrio, con 15 años de edad, logró barrerse de manera perfecta frente a la formación del plantel en el momento exacto y así se convirtió en la envidia de muchos fans del futbol de la época.

En aquella final el conjunto albo se coronó campeón, siendo así hasta el día de hoy el único conjunto chileno que ha logrado levantar la copa por lo que Luis pasó a la historia junto con ellos.

Una particular anécdota que se cuenta sobre aquel muchacho se trata de la "bendición" que le dio al delantero colocolino Luis Perez. Como es sabido, la superstición está presente en todo deporte, y algunos atribuyeron el triunfo de la escuadra chilena a que al momento en el que Luis se deslizó frente a los once jugadores, apoyó la mano en el hombro de Perez, quien debutó en aquel partido de Copa Libertadores marcando los dos goles que le dieron la ventaja al Colo Colo.

Así fue como Luis Mauricio Lopez Recabarren pasó a la historia por haber sido el único hincha que entró a la cancha el día en que Colo Colo ganó la Copa Libertadores de América. Entró como un superhéroe con la cara pintada y capa, pero salió como un fantasma ya que como mencioné antes, nadie supo de él hasta mucho tiempo después.

Pero igual de rápido que sus segundos de fama, la vida de este joven aventurero se fue opacando poco a poco. Años después de su aparición en aquella final, Luis terminó recibiendo una condena en la cárcel por participar en un asalto y en una ocasión recibió un balazo al participar en un tiroteo. Durante su estancia en prisión fue diagnosticado con leucemia y el 30 de julio de 1999, casi 8 años después del día que salió en televisión junto al plantel de Colo Colo, Luis Mauricio falleció a los 23 años de edad.

En su infancia "El Monito" logró fotografiarse con el plantel de Universidad de Chile, Cobreloa, Universidad Católica, Everton, la Selección Chilena y muchos más, pero aquella fotografía en la que logró aparecer junto al equipo de Colo Colo seguirá siendo la más valiosa de su álbum.