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playoffs nba 2017

Jimmy Butler, los Bulls y su pandilla de iconoclastas le arruinan la fiesta a los Celtics

El choque de la primera ronda de los playoffs entre los Boston Celtics y los Chicago Bulls representa algunas de las dicotomías más interesantes de la NBA.
Foto: Winslow Townson - USA Today Sports

El choque de la primera ronda de los playoffs entre los Boston Celtics y los Chicago Bulls representa algunas de las dicotomías más interesantes de la NBA.

1. Se puede empezar con la más obvia: el sembrado número uno de la Conferencia Este, Boston, enfrentando al octavo que apenas y calificó el último día de la temporada en Chicago.

2. Brad Stevens, el coach wünderkid que saltó con un rotundo éxito desde las filas colegiales hasta las profesionales enfrentando a Fred Hoiberg, quien intentó la misma hazaña con menos éxito.

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3. La estrella amada por la ciudad en Isaiah Thomas y la relegada a constantes rumores de cambios en Jimmy Butler.

4. El agente libre estrella que abandonó su franquicia de toda la vida por elección propia en Al Horford, contra quien tuvo que hacerlo porque no le quedaba de otra en Dwyane Wade.

5. La franquicia progresista obsesionada con los los triples y los jugadores versátiles como los Celtics contra la vieja guardia de los Bulls, el tercer equipo que metió menos triples en este torneo y notablemente renuentes a adaptarse a los modelos contemporáneos.

6. Una afición que sangra verde y cuya ciudad ha visto a dos de sus equipos profesionales coronarse constantemente en los últimos años contra otra que mantiene una extraña y enferma relación de amor-odio con su equipo que sólo sería la más extraña de toda la liga si es que no existiesen los New York Knicks.

En el papel, en fríos y vulgares números, los Celtics de Boston tendrían todo para estarle acomodando una arrastrada de proporciones barbáricas a los Bulls de Chicago, pero en una sorpresa que nadie avistó venir a millones de kilómetros, son los underdogs de Illinois quienes dieron el campanazo en los dos primeros juegos en Massachusetts, robando la localia de manera indudable y dejando a la fanaticada céltica postrada en el suelo de manera fetal.

Puedes llamarlos Jimmy Butler y su pandilla de iconoclastas.

Cabe aclarar que la serie empezó mal para los Celtics cuando en la mañana del sábado 15 de abril fallece Chyna Thomas, la hermana de 22 años del candidato a MVP y tercer mejor anotador de la liga, Isaiah Thomas (no confundir con Isiah Thomas, capitán de la época de los chicos malos de los Detroit Pistons a finales de los ochenta) en un lamentable accidente automovilístico.

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Thomas, quien se veía visiblemente afectado antes del primer juego, dio una actuación digna de lo que nos acostumbró a lo largo de la temporada, aportando 5 rebotes, 6 asistencias y 33 puntos, tirando 10-18 en la cancha, 3-7 de triples, y 10-12 en tiros libres, todos porcentajes buenos e incluso superiores a sus promedios habituales.

Las fallas de los Celtics van más allá de las lamentables consecuencias del infierno que debe estar viviendo el capitán de su equipo. Las deficiencias que los colocan en esta posición tan precaria son estructurales, del tipo que solamente se hacen obvias a manera de análisis retrospectivo y nunca en un análisis previo. Por un lado, la delantera de Bobby Portis y Robin Lopez (el azote de las mascotas de la NBA) están succionando cada rebote como si tuvieran aspiradoras en vez de manos; el equipo está promediando nueve triples por partido, casi dos y medio más que en temporada regular y Rajon Rondo, la encarnación que vive y driblea de la NBA primitiva que no tira detrás del arco, está teniendo una serie que clasifica en un puesto alto dentro de la escala de la venganza, sacando lo medieval contra el equipo al cual ayudó a ganar un campeonato en 2008.

Pero más allá de todo eso, la razón principal por la que los Bulls están bien encaminados a dar uno de los campanazos más históricos de las últimas temporadas, es la manera en la que está jugando Jimmy Butler, quien es constantemente excluido de la conversación de los LeBron, Westbrook, Durant, Leonard y Curry, pero que con la manera que está jugando en los costados ofensivos y defensivos del juego, es como si estuviese exigiendo un recuento de parte de la liga y de los fanáticos.

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(Y aquí un ejemplo: ¡Bájese carnal!)

Butler, quien llegó al equipo como la última selección de la primera ronda del draft del 2011 de la NBA, poco a poco ha mejorado su juego hasta el punto donde se la ha otorgado pleno control del equipo, encima de amadas figuras exiliadas como el otrora MVP de la liga Derrick Rose, el alguna vez atlético baluarte defensivo francés Joakim Noah y el versátil delantero inglés por medio de Sudán, Luol Deng.

Aquí las mejores acciones de Butler en el Juego 1 ante los Bulls.

Ser la estrella de los Bulls no es tarea fácil. No sólo vives en una ciudad obsesionada con el deporte y que en las últimas tres décadas ha contado con un equipo ganador, sino que además vives en la sombra del mejor jugador de toda la historia, Dennis Rodman. ¡Ah! Sólo quería ver si seguías prestando atención: por supuesto que me refiero a Toni Kukoc. Ya en serio, todos saben que hablo de Michael Jordan, cuya estatua da la bienvenida al United Center, casa de los Bulls.

Puedes ser bueno, pero nunca serás seis veces campeón, diez veces mejor anotador, cinco veces el jugador más valioso-bueno como el #23.

Imagina este escenario: estás en tu casa echando la cheve listo para ver los juegos del fin de semana, cuando una nave extraterrestre aterriza frente a tu casa. Quienes la tripulan, tocan tu puerta y después del protocolo de invasión donde te piden que los lleves con tu líder, te preguntan qué hacías y les explicas que veías el juego (y siendo tan increíblemente inteligentes como para desarrollar tecnología para viajar desde galaxias lejanas, son capaces de entenderlo de volada) y les llama tanto la atención que se ponen a ver todos los juegos que se transmitieron en el fin de semana. Después de unos jalones al gallo (después de todo estamos en la semana de la marihuana en VICE), les preguntas quién es el mejor jugador de la NBA, ellos con toda su lógica superior y conocimiento avanzado, sin duda te contestarían LeBron James… Pero en un segundo lugar cercano colocarían a Butler… o a Kawhi Leonard, depende de qué tanto valoren las expresiones faciales o la intensidad en otros planetas.

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Los extraterrestres no tendrían mayor marco que estos juegos. No sabrían de la decepcionante temporada regular de su equipo o de los triples dobles de Russell Westbrook, la forma en la que Stephen Curry revoluciona el juego tirando a cada vez mayor distancia o de cómo James Harden está desafiando la forma en la que pensamos en los bases armadores. Tampoco entenderían como el estilo de juego de Butler parece un bote de basura vomitado junto a la Capilla Sixtina de Michael Jordan.

Ellos te hablarían desde la lógica más fría, de esa que te permite entender la belleza sin prejuicios. Nuestros amigos interplanetarios habrían visto a un jugador dominando en ambos costados de la cancha, con fuego en los ojos, liderando a su equipo en las condiciones más adversas y escribirían poemas, iniciarían culturas mitológicas hablando de los titanes del baloncesto: James, Butler y chance Leonard. Y te llevarán a ti en agradecimiento por introducirlos al deporte más hermoso.

Probablemente, tú les dirías que aún falta mucho, que sólo en cinco ocasiones en el pasado, el octavo calificado ha vencido al primero, que Brad Stevens es probablemente el mejor coach joven en toda la liga o de cómo tanto los Cleveland Cavs como los Cubs de Chicago han remontado un déficit de 3-1 en el último año en deportes diferentes.

Pero también, probablemente no dirías nada, porque te valdrían madres las discusiones deportivas y te pondrías a explorar las maravillas que existen en otros planetas.

Sigue al autor en @chemasolari