No mires estas fotos de Madrid si tienes vértigo o claustrofobia

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No mires estas fotos de Madrid si tienes vértigo o claustrofobia

El fotógrafo Álvaro de la Fuente se cuela en azoteas imposibles y túneles a los que no está permitido el acceso. Con las patitas colgando.

Si te gustan los vídeos de rusos locos que se cuelgan haciendo flexiones en lo alto de grúas gigantes sin arnés… Si la gozas con el trabajo fotográfico de 13thwitness, Trashhand o Lastsuspect… Si no tienes vértigo ni claustrofobia… Hay un madrileño al que no deberías perder la pista. Álvaro de la Fuente nos envió algunas de las fotos que saca desde azoteas imposibles y túneles a los que no está permitido el acceso y quisimos saber cómo se consigue colar en esos lugares. Llamamos a su estudio y nos confesó que su próximo proyecto es subirse a un helicóptero.

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VICE: ¿Cuándo empezó esto de colarte en sitios imposibles?

Álvaro: Siempre me ha costado poco entrar en donde he querido y mis colegas bromeaban con que "soy invisible". Crecí entrando en diferentes sitios y por otro lado comencé con la fotografía. Buscando motivación con la cámara, y un poco de inspiración, descubrí que había gente que entraba a lugares de la ciudad donde no se suele estar. Me fui empujando un poquito más, y un poquito más, para conseguir mejores ángulos para mis fotos. Pero no te creas, muchas veces entro por la puerta principal y saludando.

Pero en muchos lugares tendrás que acceder sin permiso.

Sí, es cierto. Siempre hay formas de conseguir entrar. Puertas que te sorprendería que estén abiertas, ventanas abiertas… Nunca he abierto ninguna puerta reventándola o forzando la cerradura. No me va ese estilo. El punto flaco de la mayor parte de los edificios son las escaleras o puertas de emergencia.

Y alguna vez te habrás jugado el tipo.

Normalmente lo más arriesgado son los túneles. Alguna vez pasa algún tren mientras estoy ahí. Por suerte hacen mucho ruido y siempre me ha dado tiempo a salir corriendo y encontrar donde esconderme y no morir aplastado. Uno de los sitios que más me ha gustado explorar ha sido los sótanos de un estadio de tenis. Tenía pasillos kilométricos para mantenimiento, y estaba todo operativo. Las luces de los pasillos se podían ir encendiendo y apagando para explorar cada vez más. Ahí el miedo no era tanto por la oscuridad, sino por el acabar perdido. Era un laberinto bajo tierra. Estaba claro que por ahí no había pasado nadie en meses.

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¿Te compensa el riesgo?

El que compense o no el riesgo depende de lo que se busque. Creo que debe ser el que mire mi foto el que valore si le gusta o no, y si gusta, creo que he conseguido lo que buscaba. Por ahora no he tenido ningún susto gordo y espero que siga así.

Te habrás encontrado algún grafitero bajo tierra, ¿no?

Sí, una de las veces que estaba por debajo de las aceras de Madrid me encontré con unos chavales, seguramente menores, que estaban vaciando extintores y pintando. Llenaron de polvo una sala que está cerrada por dos puertas y no se veía nada. Me asusté por si aparecía alguien y por tener que atravesar esa sala sin poder respirar.

¿Nunca te han pillado?

Suelen aparecer seguratas y echarme. En una de esas vino directamente la Ley y querían multarme porque pensaban que estaba pintando. Pero al enseñarles las fotos se quedaron flipando. Otra noche me pilló un vecino en su azotea, pero recogí todo el equipo y salí tan rápido como pude. Estoy seguro de que ese día la policía recibió una llamada. Pero el peligro no es tanto que te pillen como riesgo al subir escaleras de manos en los edificios, treinta metros sin arnés ni seguridad.

Como esos locos que se suben a grúas gigantes y se graban.

Sí, pero en mi caso no busco ese toque vacilón en mis fotografías como las que hacen Beerkus o Sidorovv. De hecho yo no me suelo fotografiar. Me gusta más conseguir una foto bien expuesta, bien enfocada. Paisajismo, pero urbano. busco la fotografía artística desde esos puntos altos. Aunque es verdad que he estado a mucha altura cerca de bordes para conseguir la foto que quería. Quizá el momento de más miedo ha sido subiéndome a una torre para sacar una fotografía nocturna. La escalera no daba nada de seguridad y la caída estaba claro en que podría haber acabado. Todo salió bien y se quedó en una experiencia más. Una experiencia que hace que esa foto sea aún más única para mí.

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En alguna foto sales con tu skate.

Sí, el skate y luego el snowboard han sido parte de mi vida. De ahí viene la mayor parte de mi influencia. También hago fotografía de skate buscando un ángulo diferente o planteándolo como una fotografía minimalista. Procuro que mi fotografía no caiga en un único campo. Me gusta probar cosas diferentes. En la actualidad, trabajo como fotógrafo de interiorismo, alejado de mis proyectos personales, un tipo de fotografía bastante técnica que requiere de más conocimiento en muchas situaciones.

¿Cómo decides tu objetivos antes de retratarlos?

La fotografía es esperar a que se alineen las condiciones de luz, que las personas que necesitas puedan, etc. No es tan fácil como llegar y disparar. Hace poco iba con una idea de una foto y no pudo ser, después de haber liado a dos amigos para hacerla. Sin embargo, la sesión terminó dando sus frutos. Es la de la torre Picasso con el reflejo del edificio de cristal en el lado derecho. Prefiero ir viendo qué puedo hacer y qué no e ir sacando lo mejor de cada situación.

¿Qué es lo próximo que te gustaría hacer?

Un proyecto en el que tengo mucho empeño es hacer fotografías desde el cielo de Madrid, desde algún helicóptero. Es un objetivo que tengo, pero no veo el camino ni la forma, ya que no puedo pagarme un vuelo para hacerlas. O quizá Madrid no sea el sitio para ese proyecto. Ya se verá. No me cierro a hacer cosas sólo en Madrid. Allá donde voy, procuro llevarme un recuerdo en forma de foto.

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