alcoholicos anonimos

  • El manual del bebedor clandestino

    Mis días más felices como bebedor clandestino fueron cuando mi hija más pequeña era todavía un bebé. Era alérgica a la leche de pecho, así que tomaba una botella de leche de soya, la metía al portabebé y caminábamos a la tienda para comprar una...

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