Foto de Lucy Nicholson, Reuters
Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:"Durante los Juegos Olímpicos de Barcelona dedicábamos tanto tiempo a follar como a hacer deporte", cuenta el ex campeón británico de tenis mesa Matthew Syed, y añade que "nunca en mi vida había follado tanto como durante esas dos semanas". La cuestión que nos planteamos es que si hasta un jugador de tenis mesa —en un ambiente de cuerpos perfectos y funcionales como lo es el de los Juegos Olímpicos— ha declarado algo así, los demás, ¿cuánto pueden llegar a copular?Entre el miedo a ser contagiados —tanto por contacto sexual como por las picaduras de los mosquitos llamados Aedes aegypti— el calor, el estrés de competir en unos Juegos Olímpicos y la llegada de aplicaciones para ligar como Tinder o Grinder —esta última explotó en las olimpiadas de Londres— nos imaginamos una tensión sexual en el aire como no se veía desde esta entrevista a Julio Iglesias, para la cual, por cierto, los 450 000 preservativos que se repartirán no serían suficientes."Se folla un montón durante las olimpiadas", dice la ex portera de la selección estadounidense femenina de fútbol Hope Solo, "hasta he visto gente irse a los jardines para follar o esconderse detrás de edificios, es una locura" afirmó en el The Time.Hagamos un cálculo rápido: se repartirán 450 000 preservativos, de los cuales 100 000 serán femeninos, —busca en internet si no sabes de que hablo— para los 10 500 atletas presentes. Esto da el divertido y exacto resultado de 41 preservativos para cada atleta. Calculando que los Juegos duran 16 días, hemos llegado a la conclusión que cada atleta tendría que follar 2,5 veces al día para no tener que enfrentarse a la decepcionante imagen de ver algunas de esas coloradas bolsitas en la maleta cuando vuelvan a casa.Y nosotros, por cierto, no queremos que nuestros atletas vuelvan a casa tristes, ¿no?El autor de este artículo se está planteando empezar a practicar petanca por si algún día es deporte olímpico, en Twitter explica que tal le va: @nicolerebo
Publicidad
La verdadera razón con la cual el COI explica el porqué de tantos preservativos —tres veces más que en Londres, donde solo había 150 000— es el miedo a que el virus Zika se propague entre sus atletas durante las olimpiadas de Río y que luego, estos atletas una vez contagiados puedan volver a sus países y infectar al resto de gente, dando vida a una epidemia imparable que acabe —una vez por todas— con la humanidad."Hay mucho alarmismo. Una pequeña gripe te deja en cama cuatro días y es muchísimo peor que el zika. Es que no es nada, es menos que un resfriado", opina la española Marina Alabau, que de hecho padeció la enfermedad durante la disputa de la Copa de Brasil de windsurf. Hay que dar voz, sin embargo, a aquellos que cada dos por tres ven el fin del mundo detrás de la esquina, como el científico Arthur L. Caplan, especialista en bioética que hasta pidió la suspensión de los Juegos.Más Juegos Olímpicos: ¿Deberían competir de nuevo los atletas olímpicos suspendidos por dopaje?