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Relatos de Johan (I): el día que la policía franquista se llevó a Cruyff del campo

Johan Cruyff fue expulsado en dos ocasiones en la Liga, pero ambas guardan una estrecha relación con el Málaga... y con la relación agridulce entre el futbolista holandés y los árbitros.

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Para homenajear a Johan Cruyff, en VICE Sports hemos decidido lanzar una miniserie llamada Relatos de Johan. El '14' holandés bien que lo merece. Empezamos con una anécdota tan curiosa como simbólica: la vez en la que a Cruyff se lo tuvo que llevar del campo la policía.

Nada más debutar con el FC Barcelona, a Johan Cruyff se le tildó de futbolista intocable —para lo bueno y lo malo. Su porte sobre el terreno de juego y el enorme talento que atesoró su cabeza le convirtieron en leyenda… y, por supuesto, le granjearon una multitud de detractores desde el minuto uno.

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Después de su primer partido oficial con el Barça, en octubre de 1973, el entrenador del Granada soltó la primera perla. "Rozar a Cruyff suponía un problema nacional. Ha aprendido bien pronto a levantar los brazos. Hay que ser más humilde para ser una verdadera figura", declaró entonces José 'Joseíto' Iglesias.

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Ese gesto, levantar los brazos con aspavientos, conllevó también la primera e histórica expulsión del 'holandés volador' vistiendo de azulgrana. La imagen de Cruyff escoltado por la policía franquista fuera del campo sacudió muchas sensibilidades.

Ocurrió en Málaga, un 9 de febrero de 1975 —justo una temporada después de ganar la Liga del 0-5 en el Santiago Bernabéu. En el segundo gol del conjunto local, el juez de línea levantó el banderín para indicar el fuera de juego, pero José Luis Orrantía Capelastegui, el árbitro del partido, decidió dar el tanto por válido.

Cruyff se dirigió entonces al colegiado y le pidió que consultara la decisión con el linier. Las protestas se alargaron un par de minutos y, según los cronistas de la época, el holandés siguió insistiendo: "Creo que sería conveniente que usted, si lo considera oportuno, consultara con aquel señor de ahí".

El árbitro bilbaíno —que pitó en el famoso 0-5 al Madrid y elogió entonces al jugador por su educación— hizo caso omiso al neerlandés y le sacó tarjeta blanca al jugador. (Sí, efectivamente, en España no existían las amarillas en esa época por una cuestión práctica: el material con el que se hacían era muy pobre y la mayoría de televisores eran en blanco y negro, por lo que no se notaba la diferencia).

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"Al fútbol se juega con la cabeza", decía el astro holandés en una de sus frases más compartidas. Cruyff, sin embargo, podía ser también algo cabezón. Así reflejó el acta arbitral la expulsión del mito azulgrana, que siempre se dirigió al colegiado con una corrección impensable en el fútbol contemporáneo:

"En la consecución del segundo gol del Málaga, el capitán del Barcelona me reclamó que consultara con el juez de línea, pues, según él, éste había levantado la bandera. Ante tal insistencia le mostré tarjeta blanca y al insistir en su reclamación (aunque de manera correcta, pero levantando las manos) y dirigirse al juez de línea le mostré tarjeta roja de expulsión", afirma el acta.

La roja llegó después de que el holandés intentara hacer entrar en el campo al auxiliar para que hablara con Orrantía Capelastegui. Tras más de cinco minutos de parón, el colegiado terminó pidiendo a la policía que escoltara al jugador fuera del terreno de juego. La imagen de Cruyff echado por los grises, como era de prever, se convirtió en un símbolo.

"La junta ha llegado a la conclusión de la necesidad de ejercitar cuantas acciones y recursos estén a su alcance, no sólo en relación con dicho partido, sino respecto a lo que implica como culminación de una vasta campaña desencadenada contra el FC Barcelona y lo que representa", escribió el club azulgrana en una nota de prensa tras el suceso.

El Barça logró empatar el partido, pero finalmente el Málaga se impuso por 3-2. "Este partido ha tenido poco, muy poco que ver con el fútbol. Hemos encontrado obstáculos insalvables para conseguir la victoria y es inútil luchar así", comentó Rinus Michels, entrenador de los azulgrana.

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El historial de expulsiones de Cruyff en la Liga fue reducido pero muy sonado. Ambas llegaron, además, ante el conjunto malaguista. Si la primera fue recordada por una imagen, la segunda lo fue por una frase: "¡Manolo, marca ya!"

Fue también en febrero, pero esta vez en el Camp Nou y en 1977. En un partido muy tenso, Cruyff adelantó a los azulgrana pero volvió a montar en cólera cuando el árbitro Ricardo Melero Guaza dio por válido un gol del 'Boquerón' Esteban Vigo, que camino a los vestuarios en el descanso reconoció a las radios que había rematado con la mano.

El lío estaba montado y en la segunda parte, a pesar de que Johan Neeskens marcó en el 59, los nervios de la grada provocaron más protestas de los jugadores azulgrana. Cruyff marcó otra vez, pero el colegiado madrileño le anuló el gol y en la jugada posterior no pitó un penalti claro a favor de los locales. El holandés fue expulsado por insultar gravemente al árbitro tras esa jugada.

"¡Árbitro, eres un hijo de la gran puta!", reflejó Melero en el acta arbitral en un documento recuperado por TVE. Según otras crónicas, las palabras de Johan fueron otras: "¡Marica, que eres un marica!".

El holandés salió al paso y comentó que él solo había gritado a su compañero Manuel Clares para que marcara otro gol de una puñetera vez. El Barça acabaría ganando el partido, pero se quedó sin su capitán durante tres jornadas por sanción… y a la postre se quedó también sin Liga.

Cruyff no es el único Balón de Oro con una relación curiosa con la cartulina roja. El más célebre probablemente sea Zinedine Zidane, que terminó expulsado en 14 ocasiones durante su carrera; en la lista, sin embargo, aparecen también Cristiano Ronaldo, con 9 expulsiones… y Lionel Messi: el astro argentino apenas duró 40 segundos en el campo en el día de su debut con la selección absoluta de Argentina.

En todo caso, Johan fue el foco de la polémica desde joven. Con 19 años, el alemán Rudi Glöckner fue el primer árbitro en sacarle del campo y lo justificó de la siguiente manera: "Le eché porque me miró con intención de agredirme".

Nunca nos quedarán claras sus expulsiones, pero lo que sí sabemos es que Cruyff fue un futbolista —y un hombre— con un carácter… muy especial.

Al autor solo le han expulsado de una piscina municipal por… bueno, ya te imaginas, pero de momento no le han quitado el Twitter: @GuilleAlvarez41