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el hermoso y redituable juego

La Liga de Naciones de la UEFA solo hará más ricos a los ricos: para eso se creó

La nueva Liga de Naciones de la UEFA beneficiará a los países más ricos y hará nada por las minorías. ¿Pero qué más puedes esperar de la gente que nos trajo la Champions League?
Photo: Oliver Weiken/EPA

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El fútbol de selecciones es una mierda. Tal vez creas que no —la Copa del Mundo y todo su colorido puede que te digan lo contrario durante cinco semanas cada cuatro años—, pero la verdad es que sí. Si has estado en Wembley para ver jugar a Inglaterra en algún punto de la década pasada, probablemente estés de acuerdo; si eres español quizás aún creas que mola porque recuerdas 2008, 2010 y 2012, pero no te engañes: fue todo un espejismo.

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El malestar en el fútbol de selecciones va más allá de las almas torturadas que no fueron lo suficientemente afortunadas para nacer en Alemania, en Brasil o en la España de hace unos años. Si el espectáculo es ahora la moneda del fútbol moderno, la variedad internacional de este deporte está por los suelos. Dejando de lado los torneos mayores y las grandes selecciones, el fútbol a nivel de selecciones apenas suele llamar nuestra atención: ¿quién quiere ver realmente un Estonia-San Marino, aparte de los parabólicos de turno? Pues eso.

La UEFA, sin embargo, tiene un plan para mejorar la situación: la Liga de Naciones, un gran proyecto para contrarrestar todos esos partidos de trámite frente a selecciones de nivel más que discutible. La idea intenta convertir el fútbol de selecciones en algo tan interesante (y lucrativo, claro) como el fútbol de clubes —y va en serio.

Siempre ganan los mismos: en la Champions League, los clubes grandes se llevan invariablementeel pastel. ¿Será igual en el fútbol de selecciones gracias a la Liga de Naciones? Imagen vía Reuters.

Esencialmente, la Liga de Naciones comenzará en 2018, después del Mundial de Rusia, y reemplazará los partidos amistosos para los equipos europeos. La competición estará conformada por 52 equipos divididos en cuatro divisiones, cada una con cuatro grupos de tres o cuatro selecciones.

Dichas divisiones quedarán definidas por los resultados: los mejores equipos serán agrupados juntos y disputarán seis partidos entre septiembre y noviembre. Los ganadores de los cuatro grupos de la división más alta jugarán las semifinales y después la final en junio de 2019. A los cuatro semifinalistas se les otorgará el pase automático a la Eurocopa de 2020 —un incentivo similar al que tienen los campeones de la Europa League, que se clasifican de forma automática para la Champions League..

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Todo parece un pelín artificial, con tantas declaraciones confusas y palabras rimbombantes, pero el concepto es bastante simple: la UEFA sencillamente quiere que sus mejores selecciones jueguen entre sí más veces. El torneo está diseñado para darle al fútbol de selecciones la chispa de la que tanto carece. Es una jugada clásica de Michel Platini.

La Liga de Naciones enfrentará a grandes selecciones como Alemania y España más veces… con el riesgo de que todo termine siendo monótono. Foto vía PA Images.

Más de una vez se ha definido al presidente de la FIFA Sepp Blatter como 'un conserje'. La idea es que Blatter se acuerda siempre de los nombres de sus invitados más ricos y poderosos; también recuerda las caras de sus familiares más próximos, sonríe cuando le colocan un cheque en las manos, y en definitiva no tiene otra ideología que satisfacer a aquellos que le mantienen en el poder.

En este sentido, el presidente de la UEFA Michel Platini no es demasiado distinto.

Durante su periodo como jefe del máximo organismo del fútbol europeo, Platini ha favorecido sistemáticamente a las federaciones más poderosas del mapa. Aunque el 'Fair Play' financiero fuese una propuesta de la ECA (las siglas en inglés de la Asociación de Clubes Europeos), al final esta idea se ha implementado bajo la supervisión de la UEFA —ergo de Platini— y al final ha terminado imponiendo un modelo de distribución económica que —¡oh, sorpresa— siempre premia a los clubes más grandes. Los ricos se hacen más ricos; Platini no tiene oposición; todos felices.

Los ganadores de la Champions League 2015-16 se embolsarán cerca de 100 millones de euros; los equipos que alcancen la fase de grupos solo recibirán 8,6 millones. Este modelo podría replicarse en la Liga de Naciones, de modo que los equipos de la cúspide de la pirámide siempre terminarían recibiendo más dinero que los de la base.

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El FC Barcelona, campeón de la Champions League 2014-15, se llevó un premio económico enorme: los equipos de la fase de grupos apenas recibieron dinero en comparación. Imagen vía Reuters.

La Liga de Naciones de la UEFA teóricamente intenta impulsar el interés general del fútbol de selecciones, pero al final termina representando la misma idea que Platini ha seguido para convertir el fútbol de clubes en un coto privado para privilegiados. Si el fundamento principal del fútbol de selecciones era dar las mismas oportunidades a todos —lo cual permitía, por ejemplo, que Grecia, Argelia y Costa Rica se colaran en los octavos del Mundial—, la Liga de Naciones parece estar diseñada para lograr todo lo contrario.

La UEFA lo vende diferente. Según su portavoz, "el hilo conductor de la Liga de Naciones es la integridad deportiva, ya que las asociaciones, entrenadores, jugadores y seguidores sienten cada vez más que los amistosos internacionales no están cumpliendo con una adecuada competición deportiva". Traducción: las asociaciones más ilustres y adineradas piensan que los amistosos internacionales no están proveyendo los ingresos adecuados. Y aquí entra Platini el conserje, siempre presto a servir a sus mejores clientes.

En realidad, sí que se puede sacar dinero de los partidos internacionales; bastante, en realidad. La selección brasileña, más que ninguna otra escuadra, ha demostrado lo lucrativo que puede llegar a ser el fútbol cuando el producto viene con el paquete publicitario necesario. El 'Brasil World Tour' ha encontrado una forma de convertir el romance y encanto de la Seleçao y el Joga Bonito en extremadamente rentable —gracias principalmente al hecho de que ciudades y recintos de todo el mundo pagan hasta 3 millones de euros solo por disputar un partido contra Neymar, Thiago Silva y compañía.

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A principios de año, Brasil jugó ante Chile en el Emirates Stadium de Londres. Este tipo se emocionó tanto que invadió el campo para abrazar a Neymar. Foto vía PA Images.

Ya que los derechos televisivos están centralizados y se venden a las emisoras de cada país regionales, la UEFA podría imitar de algún modo el método brasileño dándoles a los países más poderosos el cheque más grande. Los únicos inconformes serían los que menos tienen, por supuesto, puesto que se quedarían sin la opción de competir frente a los mejores, pero… ¿a quién le importa lo que piensen en Eslovenia o Chipre?

La Liga de Naciones, por si fuera poco, ayudará a la UEFA en su batalla por el poder contra la FIFA. El fútbol europeo ya alardea de poseer a las mejores ligas y equipos del mundo: ahora tendrá otra plataforma para enfrentar a sus mejores selecciones nacionales. 'Win'.

Tal vez el G-14 fuera desmantelado hace siete años y reemplazado por la inclusiva ECA, pero el fútbol europeo sigue estando principalmente controlado por un grupo selecto y privilegiado de clubes multimillonarios. La Liga de Naciones será una analogía perfecta a la Liga de Campeones: servirá para asegurar la posición de los grandes en el fútbol continental exactamente de la misma forma.

Ello, no obstante, no debería sorprendernos en absoluto: al fin y al cabo, hacer ricos a los más ricos es exactamente la razón por la cual fue diseñada.

Sigue a Graham Ruthven en Twitter: @grahamruthven