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la brillantez instantánea de mcgregor

Cómo Conor McGregor se convirtió en campeón mundial en 13 segundos

Descubrimos cómo el luchador irlandés Conor McGregor logró derrotar al brasileño José Aldo en apenas 13 segundos en la pelea que decidía el título de los pesos pluma del UFC.
Foto de Gary A. Vasquez, USA Today

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Un año de alboroto terminó en trece segundos. Ese fue el tiempo que tardó el brasileño José Aldo en adelantarse y encajar el golpe de izquierda que lanzó el irlandés Conor McGregor mientras retrocedía.

Fue un final abrumador, e incluso llegó a ser decepcionante que Aldo arruinara el combate tan rápido: sin embargo, al mismo tiempo también es placentero, porque ahora todos los fans de las artes marciales mixtas deberán admitir que McGregor es especial. Ya hacía demasiado que muchos dudaban de ello.

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El mundo de las MMA está bastante decepcionado con Aldo, aunque probablemente no tanto como él mismo y su equipo. Cuando publicamos nuestro análisis previo al combate, destacamos la tendencia del luchador brasileño a adelantar la cara cuando está golpeando. Sin embargo, no mencionamos su tendencia a ir hacia adelante inclinando la cintura… porque la conocimos el pasado fin de semana.

Por parte de McGregor, hay poco que decir: Conor se limitó a hacer. Si estaba trabajando en algo nuevo para esta pelea, no tuvimos tiempo de verlo. Su izquierda rápidamente conectó con Aldo, una patada a la rodilla lo molestó, y luego Aldo se adelantó para lanzar un gancho de izquierda y recibió un directo en el rostro. El mismo golpe de izquierda mientras se mueve hacia atrás que usó McGregor contra Ivan Buchinger o Marcus Brimage — el mismo golpe que ha intentado en casi cada pelea de su carrera.

En el (brevísimo) combate, a McGregor se le negó la oportunidad de contraatacar… principalmente porque Aldo pareció tan ansioso de adelantarse lanzando golpes que Conor solo tuvo que regresar a sus fundamentos.

Tras la pelea, ahora la discusión es lo bestial que debe ser el nivel de McGregor para poder tumbar a Aldo con un mero movimiento de muñeca mientras retrocedía. Por supuesto, no fue McGregor quien aplicó la fuerza, sino Aldo: fue el brasileño quien se adelantó con la barbilla hacia afuera, abriendo el camino a un contragolpe. Golpear mientras se retrocede era una de las mayores razones del éxito de luchadores como Anderson Silva, pero en rara ocasión permite conectar golpes potentes contra luchadores 'top' —principalmente porque estos no tienden a adelantarse con la cara asomada como quien mira por la ventana.

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Es difícil poner tu fuerza en un golpe mientras te alejas del mismo. En gran parte, los ataques mientras se retrocede entran en dos categorías: o son golpes parciales hacia el costado de la mandíbula o la sien del oponente mientras este se adelanta, o son golpes rectos en los cuales quien realmente está poniendo la fuerza es el luchador que se mueve hacia adelante. En realidad son un arma excelente, pero dependen de que el contrario tome una iniciativa tremendamente arriesgada.

¿Qué viene a continuación? Para Aldo, es improbable que haya la opción de luchar una revancha inmediata. En otras circunstancias habría muchas motivaciones para todo el mundo (emoción para los fans, victorias para los luchadores, dinero para los organizadores), pero la derrota del brasileño fue tan veloz que las expectativas han caído muchísimo. Tal vez Aldo podría probar en los pesos ligeros como ha sugerido varias veces.

A mí personalmente me gustaría verle luchar contra un prometedor luchador de peso pluma, Max Holloway: sería un poco bestia quizás para el chaval, pero la pelea tendría muchos alicientes. Si no, Aldo tal vez podría encabezar una noche de Fight Night en Brasil junto a Cub Swanson; para el brasileño sería una buena oportunidad para recuperarse y para el estadounidense podría representar una vuelta a la carrera por el título.

¿Y para McGregor? Frankie Edgar parece la opción óptima. Edgar noqueó hace poco a Chad Mendes en aún menos tiempo del que necesitó McGregor para lograrlo; lo hizo conectando a Mendes con un gancho de izquierda mientras cerraba la distancia con una ráfaga de golpes. Fue una situación poco común para Edgar, pero estoy seguro de que estuvo contento con el resultado.

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La brillante promoción de McGregor ha creado un mundo en el que se habría convertido en un zángano bocazas si hubiese perdido ante José Aldo: vencer le ha transformado en un semidiós. Su caso es único en la división, pero sigue siendo un hombre, con sus malos hábitos y fallos. Démosle un par de peleas más y veamos cómo le va antes de empezar a hablar sobre invencibilidad y sobre combates en otras divisiones.

El UFC ya aprendió, ahora que comentamos este tema, que mover a los luchadores entre las divisiones entrañaba notables peligros. La segunda lucha de BJ Penn contra Georges St. Pierre lo dejó claro: perder hace daño a la marca de los campeones del UFC promocionados como invencibles. El menos pesado suele terminar derrotado; si no, será una humillación para la división superior.

Parte del éxito del UFC es precisamente permitir la especulación, dejar que los fans imaginen cómo serían las peleas hipotéticas entre luchadores de distintas divisiones. Incluso en el caso de que McGregor aceptara una pelea contra el campeón de peso ligero y ganara, de pronto tendríamos dos cinturones en un hombre, lo cual implicaría que la cantidad de peleas por el título descendería. Nos quedaríamos sin muchos combates estelares: ¿a quién podría interesarle eso?

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Antes de empezar a prepararnos para la Fight Night con mejor cartel del año, la que protagonizarán Rafael Dos Anjos y Donald Cerrone el próximo 19 de diciembre, querría detenerme un segundo en un meme que está dando la vuelta a Internet. Se lo conoce como 'la esquina de Aldo' y lo protagoniza Marlon Sandro. El GIF es absolutamente imprescindible:

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Durante un par de años, Sandro estuvo ubicado justo debajo de Aldo, su compañero de equipo, en los rankings de peso pluma. El brasileño protagonizaba situaciones como esta con regularidad, así que no podemos decir que se trate de un histérico precisamente:

No obstante, Sandro se equivocó a la hora de elegir su promotora y lo terminó pagando con un descenso en su popularidad. Afortunadamente, será imposible que Aldo sufra el mismo destino: ha hecho demasiado por el UFC y por las artes marciales mixtas en general como para apartarle sin más.

A veces, de hecho, es necesario que nos recuerden la fragilidad de nuestros héroes como la de cualquier otro ser humano para considerar sus logros de la manera que se merecen.

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