El intratable presidente del COI
La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Río 2016 sucedió hace casi 11 meses, pero aún existen; al menos en términos legales. El Comité detrás de los Olímpicos de Brasil no puede darlos por concluidos oficialmente porque sigue debiendo millones de dólares. Se desconoce la cifra exacta. El Comité ha hecho de todo para saldar la deuda: vender cables y aires acondicionados usados, pedirle dinero al gobierno federal y local; pero éstos también están endeudados. Como último recurso, el Comité de Río 2016 solicitó la ayuda del Comité Olímpico Internacional (COI), organismo que se llevó la tajada más grande del pastel.En pocas palabras les negaron la ayuda.Para ser justos, el COI ya había contribuido con $1.5 mil millones para los Olímpicos de Río, cantidad que el organismo no tardó en destacar como la más alta en toda la historia del evento. Sin embargo, dicha aportación es sólo una décima parte del estimado costo total de $13.1 mil millones. La diferencia se cubrió, en gran medida, por el gobierno federal brasileño, el Estado de Río y los gobiernos locales, y, por supuesto, por el Comité Organizador.El vocero del COI, Mark Adams, no se equivocó al momento de justificar la decisión del COI argumentando que "Tenemos que entender la situación en que se encuentra el país. Se trata de una país con una severa crisis financiera, política y social". La deuda sigue en pie, en parte, porque el último alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, le prometió Comité cerca de $46 millones los cuales se entregaron parcialmente. La historia de Río 2016 se puede resumir de esta manera: creyeron tener suficiente dinero, después sucedieron muchas cosas inesperadas, y súbitamente todos se quedaron sin billetes cuando llegó el momento de pagar.El COI tiene la cantidad suficiente de dinero gracias a los Juegos Olímpicos, su único producto generador de ingresos. En el transcurso del ciclo olímpico de 2013 a 2016, el COI ganó $5.6 mil millones, la gran mayoría provenientes de acuerdos de transmisión para los Olímpicos de verano. Sin embargo, el COI considera su afiliación con Río 2016 oficialmente concluida. Una vez más, al COI no le importa llenarse la boca con los supuestos legados positivos que deja este masivo evento deportivo y huir con la cabeza en alto.
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