En busca de la cultura futbolística de la India con la Yellow Bridgade del Mumbai FC
Photo: Meghna Gupta

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oh when mumbai go marching in

En busca de la cultura futbolística de la India con la Yellow Bridgade del Mumbai FC

India es un país de fanáticos del deporte donde reina el críquet, y hasta hace poco el fútbol era una disciplina menospreciada. Viajamos a Mumbai para descubrir si la cultura futbolística podrá cambiar en el futuro.

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Mumbai es una ciudad de críquet. Se invierten millones de rupias en entrenadores e instalaciones y el Wankhede Stadium, que tiene una capacidad de 32 000 espectadores, es anfitrión de algunos de los equipos internacionales más grandes del planeta. En contraste, el estadio del Mumbai FC, el Cooperage, celebra habitualmente partidos de la Premier League doméstica de fútbol de la India, la I-League, con una capacidad de solo 5 000 espectadores. Teniendo en cuenta que se trata de una ciudad de más de 20 millones de habitantes, está claro que es necesario trabajar para expandir la cultura del fútbol en la India.

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Como alguien que actualmente vive en Mumbai, por no mencionar que también soy fan del Arsenal, me sentí impactado por los recientes comentarios vertidos por Arsène Wenger sobre el fútbol en la India: "Crear una cultura del fútbol es un proceso lento", dijo Wenger, indicando también que el sistema de la liga inglesa tiene 150 años de historia, pero en ocasiones también tiene que seguir luchando. "Creo que la India acabará abrazando este deporte y espero que así sea", añadió el entrenador francés. Tras observar el desarrollo de la liga japonesa muy de cerca, Wenger habla desde su experiencia. Sin embargo, en lugar de creerme sus palabras a pies juntillas, decidí dirigirme a mi equipo profesional más cercano, el Mumbai FC, para ver cómo están trabajando ellos para crear una "cultura del fútbol" en una nación donde reina el críquet.

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No sabía qué esperar cuando llegué al Cooperage por primera vez. Llegué tarde y el partido ya había empezado, así que me encontré con una cola de jóvenes emocionados frente a una puerta de hierro y me uní a ellos. La entrada me costó 150 rupias (unos 2 €) y fui dirigido hasta la grada F. Subí las escaleras y me enfrenté a un mar de camisetas amarillas. Me senté en un lateral y traté de integrarme en el bello entorno que me rodeaba.

Foto: Meghna Gupta

El Cooperage tiene más de cien años de antigüedad. La ya desaparecida Rovers Cup se celebró aquí durante más de un siglo y a menudo consistía en partidos entre los regimientos del Ejército Británico y equipos indios, hasta que la nación logró la independencia en 1947. Teniendo en cuenta el calor que puede llegar a hacer en Mumbai, los partidos suelen disputarse por la noche, bajo los focos, y la superficie del campo es de Astroturf. Descubrí una multitud muy mezclada, había familias enteras, niños pequeños y muchas mujeres. Conforme escaneaba sus rostros, una canción familiar emergió de entre la masa de fans de la mitad inferior de la grada.

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_"Oh when Mumbai, go marching in, oh when Mumbai go marching in, I want to be in that number, oh when Mumbai go marching in!" (Una versión de la célebre canción "When The Saints Go Marching In", sustituyendo la palabra "Saints" por "Mumbai")._

Casi tan pronto como acabó aquello empezaron a cantar: "Te queremos, Mumbai, ¡te queremos! Te queremos, Mumbai, ¡te queremos!…"

Después, como por arte de magia, Thoi Singh, del equipo de Mumbai, marcó un gol y el estadio enloqueció. Alguien encendió una bengala amarilla y la grada se vio engullida por los colores del club en forma de humo, mientras la multitud gritaba, "¡Thoi, Thoi, Thoi, Thoi!" en honor al futbolista. En la media parte me dirigí a un grupo de acérrimos seguidores y me presenté. Inmediatamente me dieron la bienvenida a su grupo y pasé el resto del partido bailando y cantando con la Yellow Brigade. Resultó que era el primer partido de la nueva temporada de la I-League y yo había descubierto a los fans más apasionados de la ciudad. Mumbai ganó por 1-0, me añadieron al grupo de Whatsapp de la Yellow Brigade y comenzaron las bromas familiares sobre fútbol tan pronto como sonó el silbato. El primer paso de "Cómo crear una cultura del fútbol" parecía estar ya en marcha.

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Fundado en 2007, el Mumbai FC es un club relativamente nuevo. La ciudad siempre ha tenido equipos de fútbol, incluyendo el famoso (pero actualmente disuelto) Mahindra United y el Air India. Pero según el periodista Kunaal Majgaonkar, muy poca gente iba a ver los partidos, las entradas costaban solo 10 rupias (unos 0,14 euros) y nunca se fabricó ninguna camiseta de merchandising. Otros equipos de la India tienen muchos más seguidores: el Mohan Bagan y el East Bengal, ambos de Calcuta, atraen un número enorme de fans y sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX. El fútbol también ha sido tradicionalmente popular en Goa, aunque los antiguos ganadores de la I-League, el Salgaocar FC y el Sporting Clube Goan quedaron fuera de la competición antes de que empezara esta temporada debido a dificultades financieras.

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Llegados a este punto, es necesario ofrecer una pequeña explicación para evitar confusiones. Hay dos competiciones Premier League de fútbol en la India: la India Super League (ISL) y la ya mencionada I-League. Los jugadores participan en ambas con sus equipos.

Fundada en 2014, la ISL cuenta con ocho equipos franquicia cuyos propietarios son sobre todo jugadores famosos de críquet y estrellas de Bollywood. Los equipos no pueden descender de categoría. La ISL se promociona mucho y se han fichado antiguas grandes estrellas de este deporte como Robert Pires y Alessandro Del Piero para atraer la atención. La competición dura dos meses, desde octubre hasta noviembre. El Atlético de Kolkata es el actual campeón, mientras que el equipo franquicia Mumbai City ―que no debe confundirse con el Mumbai FC, el de la Yellow Brigade― también juega en la ISL.

La I-League, por su parte, nació en 2002 de las cenizas de la antigua National Football League. Es una competición de cinco meses de duración que incluye equipos reales en lugar de franquicias y que cuenta por supuesto con sus correspondientes rivalidades, que vienen de antiguo. Los equipos tienen permitido fichar a cuatro jugadores extranjeros, uno de los cuales obligatoriamente debe proceder de Asia. El actual campeón es el Bengaluru, mientras que el Mumbai FC acabó la temporada pasada en quinta posición.

La mayor amenaza para el Mumbai FC y otros equipos de la I-League es una propuesta de fusión de las dos competiciones que supondría la unión de los tres clubes más ricos de la I-League con los equipos de la ISL en una división superior y el resto en una "I-League II". Actualmente las propuestas no incluyen los ascensos o descensos entre ambas.

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Esperemos que eso no resulte demasiado desconcertante. Una estructura futbolística confusa y los intereses dominantes del dinero y los equipos de estilo franquicia son una forma segura de entorpecer el desarrollo de un sistema genuino formado desde la base. Puede que este sea el motivo por el que ha costado tanto al fútbol desarrollarse en la India. Con ligas que compiten entre sí y sin un plan definido por parte de la AIFF (la Federación de fútbol de la India), la situación parece caótica en el mejor de los casos. Si no estuvieras seguro de si tu club seguirá existiendo dentro de cinco años, ¿sentirías que el futuro del fútbol está asegurado?

Concerté una ronda de entrevistas en el Cooperage antes del siguiente partido en casa contra el Aizwal FC. Los muchachos de la Yellow Brigade me dieron una camiseta del Mumbai FC y charlamos sobre cómo han empezado a construir algo en su ciudad.

El autor (centro) recibe su camiseta del Mumbai FC. Robin d'Souza está justo tras él. Foto de Amit Malvekar

Robin d'Souza (arriba, ver pie de foto), el siempre sonriente líder de la Yellow Brigade, me dijo: "Cuando llegó la ISL hace algunos años arrebató toda la atención de la I-League. Una de nuestras quejas es que no se da mucha importancia a la I-League en los medios, solo unos pocos periódicos hablan de ella. Pero esperamos que, en el próximo par de años, las cosas irán mejor. La I-League es una temporada completa y así tiene que mantenerse. El caso es que, si no fuera por la I-League, la ISL ni siquiera existiría".

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Shyam (debajo), antiguo empleado en el Mumbai FC y el más animado creador de cánticos de la Yellow Brigade, está de acuerdo. "La ISL no ha tenido un mal efecto, porque ha animado a la gente a querer más fútbol; la afluencia de gente es mayor en parte por eso, creo".

"La ISL se ha promocionado muy bien y por eso la gente acude a los estadios en masa. Antes de la ISL sobre todo venía [a los partidos del Mumbai FC] gente de la localidad, pero ahora, gracias a la popularidad de la ISL y a las actividades de la Yellow Brigade, estamos recibiendo solicitudes de gente de fuera de la ciudad que quiere venir a ver los partidos, de Gujarat, del resto de Maharashtra… Ha sido algo positivo, pero en lo que respecta a la existencia del club, no hay certeza de que vayamos a estar en la liga superior cuando se produzca la fusión. Podríamos estar en la nueva segunda división y eso sería un desastre".

La Yellow Brigade visita universidades y recluta gente activamente para que venga a ver los partidos. Están intentando crear una cultura de fans que recuerda a cómo se comportan los seguidores ingleses y europeos. Es un marketing de guerrilla, una promoción sin demasiado presupuesto. Es responsabilidad directa de los fans elevar el perfil del club, creando su propia inercia, provocando pasión y consiguiendo seguidores.

Robin recuerda los tiempos anteriores a la Yellow Brigade, cuando solo había "gente mayor" sentada en tablones de madera conversando sobre fútbol. La Yellow Brigade provocó, para fans como Robin, un deseo de expresarse tal y como veían hacer a los seguidores de la Champions League y como creían que debía apoyarse al Mumbai FC. El fútbol es un deporte apasionado, pero todavía no ha conseguido provocar la efervescencia que muestran los fans indios del críquet por su deporte. No obstante, hay una cultura de fandom y el apoyo que está presente en otros aspectos de la vida en la India.

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Shyam me explicó cuál era el papel de la Yellow Brigade durante los partidos: "Intentamos obtener inspiración de los fans europeos. El Mohan Bagan y el East Bengal no tienen fans que coreen constantemente. Pero nosotros y los West Block Blues (del Bengluru FC) tenemos un tono similar a las multitudes europeas. Así que cuando escuchas 'When Mumbai Go Marching In' es porque nosotros nos inspiramos en esa forma de apoyar a nuestro equipo. Queremos que la gente cante, queremos esa tradición aquí."

Shyam, miembro de la Yellow Brigade, apoyando a su equipo. Foto de Meghna Gupta

Pero no todo son cánticos inspirados en los seguidores ingleses. Algunas de las mejores canciones son en Hindi o en Marathi (el idioma del estado de Mumbai, Maharashtra). Mi favorita es la que alardea de la comida local. La Yellow Brigade menciona una comida originaria de la zona de los fans del equipo contrario ―por ejemplo la rasgulla (bolas de queso fresco con sirope de azúcar) de Bengala― y corean que su comida callejera, el vada paav (como un sándwich de patatas fritas, pero más sabroso), es mejor.

"Rasgulla pe bhaari kaun? Vada paav! Vada paav!"
( ¿Qué es mejor que la rasgulla? ¡El vada paav!)

Después está el cántico en Marathi que, de forma bastante educada, invita a algún jugador a marcharse a su casa con su mamá:

"Chettri [o el nombre de otro jugador], tula aai bolavte… ghari jaa ghari jaa!"
( (¡Chettri, tu madre te llama, vete a casa, vete a casa!)

¿Qué es la cultura del fútbol sino tomar prestados elementos de otras canciones para crear la tuya propia e insultar a los jugadores? Cada miembro de la Yellow Brigade tiene un equipo europeo al que apoya, aunque tristemente para un tipo del Arsenal como yo, hay muchos seguidores del Chelsea entre ellos. En realidad es tomar un ejemplo para crear clubes de seguidores en la India más que un amor genuino por John Terry, pero aun así eso demuestra que existe una base de fans ahí fuera, solo hay que salir a buscarla.

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No se puede decir que en la I-League abunden los talentos extranjeros, pero el inglés John Johnson, de los campeones del Bengaluru FC, está viviendo un momento glorioso en el país. El Bengaluru se creó en 2013 y buscaba emular la estructura de los clubes europeos, incluso en el aspecto de la creación de una cantera para formar a jóvenes talentos. Pronto demostraron su valía en el campo alzándose con la victoria en dos ocasiones en la I-League y llegando a la final de la Copa AFC del año pasado, que finalmente perdieron 1-0 contra el Air Force Club de Irak.

Johnson es producto de la cantera del Middlesbrough y ha jugado más de 130 partidos con la camiseta del Northampton Town. En 2013 fichó para el Bengaluru, convirtiéndose en uno de los primeros jugadores extranjeros del equipo. En una charla antes de un partido crucial de la AFC Champions League contra el Al-Wehdat de Jordania, John me contó que "ni un solo día" se ha arrepentido de pasarse al Bengaluru.

"Fue una gran oportunidad, teniendo en cuenta que nunca había jugado en Asia, y mucho menos en India. Luego, mi excompañero de equipo Ashley Westwood pasó a ser el mánager del Bengaluru y me convenció para que me uniera. Aparte de eso, en aquella época estaba muy dispuesto a probar nuevas cosas en lo profesional, lo que me ayudó a decidirme.

John Johnson, dos veces ganador de la I-League y un inglés lejos de su hogar. Foto cortesía del Bengaluru FC

Tras vivir varios partidos desde las gradas, percibo que la calidad del fútbol del Mumbai FC se mueve entre lo correcto y estructurado y el juego frustrante y plagado de errores. Gran parte se desarrolla todavía en el centro del campo, pero en los momentos en que los jugadores encuentran una brecha, todo mejora. Johnson lleva más de cuatro años estudiando muy de cerca el fútbol de la I-League. "Ha ido mejorando año a año, pese a que parezca lo contrario por televisión", señala. "Muchos jugadores indios han mejorado con el tiempo y, en general, la competencia es mucho más dura que cuando yo llegué".

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El Bengaluru atrae a más de 10 000 aficionados a su estadio e incluso cuenta con su sector ultra, los West Block Blues. En menos de cinco años, el club parece haber logrado generar toda una cultura en torno a él de la nada, algo que se atribuye en gran medida a Johnson.

"El fenómeno de los seguidores del Bengaluru hay que verlo para creerlo. Cuando se celebró nuestro primer partido, en 2013, contábamos con 4 500 aficionados. Hoy día, en los partidos más importantes podemos llegar a los 22 000. El equipo de prensa del club trabaja todo el año y no deja de publicar cosas para seguir en contacto con la afición. Todos los chicos participan en actividades como encuentros con los fans, captación de nuevos aficionados y difusión. ¡Tenemos nuestro propio pub e incluso una cerveza con el nombre del club!

"En el club se trata a los aficionados como si fueran de la familia", añade, "y se tienen muy en cuenta sus opiniones. Ahora hay muchos que nos acompañan en los partidos que jugamos fuera, algo que no es muy común en India. La relación entre el club y los seguidores es muy estrecha y se nota"

Su propio pub. No hay duda de que el Bengaluru ha sabido empaparse bien de la cultura del fútbol, aunque creo que todavía es pronto para que lleguemos a ver un cartel en la puerta que diga "Solo para aficionados locales". Johnson no dudaría en recomendar a otros jugadores británicos que se pasaran a la I-League. "¡Si no me gustara no habría aguantado cuatro temporadas!", exclama. "Ahora mismo todo está yendo a más por aquí y está entrando gente muy buena en el panorama futbolístico de India. Obviamente, hay muchísimas diferencias culturales entre el Reino Unido e India, y además aquí el fútbol no es el deporte principal. Pese a todo, las cosas están yendo muy rápidas en lo referente a la afición y la popularidad del club. Los días que hay partido, el ambiente es increíble. Por eso, lo único que puedo decir es que, hasta ahora, el viaje ha sido magnífico".

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El deseo de tener una liga y un equipo de fútbol nacional de los que sentirse orgullosos es muy intenso entre los jóvenes de las ciudades de India y debería servir como motor impulsor de este deporte, siempre que la AIFF sepa encontrar el modo de canalizar todo ese potencial. El ansia de fútbol en este país es mucho mayor que lo que el resto del mundo piensa.

Foto: Meghna Gupta

En ocasiones, se requiere tiempo para que la cultura del fútbol cale en un nuevo entorno, pero en el caso del Mumbai FC, no hay mejor momento que el presente. Con una afición tan apasionada y entregada, solo cabe esperar que puedan superar todas las adversidades y construir una cultura futbolística en una región en la que este deporte ha estado mucho tiempo relegado a un segundísimo plano. Citando una de las odas más famosas de Bollywood dedicada a la ciudad: "Aye dil hai mushkil jeena yahan. Zara hat ke zara bach ke, yeh hai Bombay meri jaan."

Sigue al autor en Twitter @KitCaless