Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Los Golden State Warriors destruyeron a los San Antonio Spurs por 120-90 el pasado lunes en el Oracle Arena de Oakland… y el partido fue mucho más duro para los Spurs de lo que sugiere el marcador.Y todo porque, bueno, ahí estaba Steph Curry otra vez. El '30' de los Warriors anotó 37 puntos con un porcentaje de efectividad en tiros de campo del ¡62%!, incluyendo los triples. Ah, y por supuesto, un 100% desde la línea de tiros libres.Este hombre no es normal.El partido fue el evento de la semana en la NBA. Estaban los dos mejores equipos del torneo; la mejor defensa contra el mejor ataque; el mejor defensor contra el MVP del campeonato. Todo estaba preparado para regalarnos un grandísimo espectáculo, y así fue… aunque los fans californianos se lo pasaron mejor que los tejanos.Los Warriors metieron puntos como si llovieran desde el cielo. Los chicos del gran Gregg Popovich nada pudieron hacer contra el equipo de Golden State. Ni siquiera las piernas de Kawhi Leonard fueron rival para Steph.Cuando el mejor defensa del mejor equipo defensivo casi se cae al suelo mareado como si estuviera borracho, algo está pasando. Incluso cuando Leonard intenta recuperar su la posición, Steph es tan eficaz que con una simple finta lo deja otra vez plantado. Luego tira, y obviamente la mete.Los Warriors despegaron definitivamente en el tercer cuarto con un parcial de 33-19. Mirad lo que tuvo que sufrir el pobre LaMarcus Aldridge.
Para comprender un poco mejor la tragedia, basta con decir que los Spurs ya habían concedido 89 puntos al final del tercer cuarto. San Antonio jugó sin Tim Duncan, es cierto, pero al final lo que importó no fueron las ausencias sino las presencias… concretamente la de Curry, por supuesto.
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