La guía definitiva para 'haters' de los Play-offs de la NBA

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¡Es el momento! Ahora que los medios deportivos no paran de poner música épica y aplaudirlo todo, es la hora de que VICE Sports saque su esperada Guía para Haters de los Play-offs de la NBA —el único lugar donde podrás leer descalificaciones a troche y moche y que todos nos quedemos tan anchos.

¿Que por qué tanto odio? ¡Venga! La NBA tiene sus detractores y los play-offs tienen una legión de enemigos, especialmente durante la (lamentable) primera ronda. Definitivamente, estos primeros enfrentamientos son lo peor.

Sí, la vida puede ser maravillosa como decía el gran Andrés Montes, pero también tiene cierta gracia asomarse a su lado más oscuro, sentarse encima y dejarse llevar sin remordimientos por la mala leche. ¡Disfrutemos del odio, queridos padawans del Lado Oscuro!

Cosas a tener en cuenta: Los Warriors son tan buenos que aburren, los Rockets son repugnantes de ver

La gente —incluyendo a muchas personas inteligentes y admirables— odia a los Warriors por culpa de su felicidad ininterrumpida y su extremadamente gloriosísima temporada. Debido a todos los aficionados que se han arrodillado ante ellos, muchos otros fans ansían que caigan de forma dura y dolorosa.

Los Rockets, en cambio, parecen construidos como en la película Moneyball: es como si un matemático iluminado hubiese juntado a un grupo de jugadores que no conocen ni su nombre y los hubiera puesto a jugar porque los números así lo dicen.

En este duelo no hay héroes, y por eso queremos que los villanos se aniquilen entre sí. De esto trata Mortal Kombat y realmente es un juego divertido… así que esta ronda también podría serlo bastante.

Por qué los odiamos: La primera ronda es superficial. De hecho, tu vida entera hasta este momento ha sido superficial. Tienes que exigirte más.

Cosas a tener en cuenta_: _t__rámites para San Antonio, la masacre de un equipo roto en Memphis

Sean lo valientes que sean, estos Grizzlies solo están en los play-offs como parte de la tradición de la liga. No solo no tienen opciones de ganar el anillo, sino que es imposible que pasen siquiera de ronda. Aún así, la cosa sigue teniendo cierto encanto: no hace tanto tiempo que los Grizzlies, humildemente clasificados como octavos, echaron a los Spurs —que eran cabeza de serie— y se ganaron la condición de mata-gigantes.

Hoy en día, ese equipo está casi totalmente ausente, traumatizado o traspasado: mayormente, lo único que les queda es Zach Randolph, que no quiere ver ni en pintura a los ineptos de Lance Stephenson y Matt Barnes. Sus más famosos héroes, como Mike Conley o Marc Gasol, han desaparecido del parqué. Estos no son los Grizzlies que amas. Solo son sobras. ¡Disfrutad de lo que les queda mientras están vivos!

Por qué los odiamos: Por cansinos y viejunos. Sí, está muy bien que te gusten los gestos amables y caballerosos que hacen quedar bien a todo el mundo, pero la NBA no tiene por qué parecerse a un duelo de hidalgos medievales de la corte de Francia.

_Cosas a tener en cuenta:_ Los Mavericks van allí pasar el rato y los Thunder son deprimentes, o sea que nada importa.

Es el clásico 'a-quién-coño-le-importa-este-partido'. Los Mavericks son conscientes de que perderán, y muy probablemente, de una manera poco honrosa. Los Thunder son un desastre y Dion Waiters va a lanzar muchos, muchos tiros de broma… pero las viejas escrituras dictan que en la primera ronda ganan los equipos con más talento. Y aquí la diferencia es abismal.

Los Dallas, sin embargo, cuentan con Rick Carlisle, que ha sido el segundo mejor entrenador de la liga, y con Dirk, que simplemente es Dirk, un señor alemán de dos metros y pico que aún impone bastante. Después de todos estos años brutales, Nowitzki sigue siendo una bomba de relojería que, cuando explota lo barre todo a su paso: la pena es que cada vez explota menos veces y con menos fuerza.

Si no estás interesado en lo que puede hacer uno de los mejores jugadores que hayan pasado por la NBA, pues mira, puedes irte a jugar al Candy Crush… y seguidamente irte a tomar por saco.

Por qué los odiamos: Queremos demasiado a Nowitzki para odiarle, pero su equipo es una castaña. Y los Thunder también.

_Cosas a tener en cuenta: Tío, a la mierda con los Clippers, así en general_

Sí, obviamente, a la mierda con los Clippers. Los malos de LA dan mal rollete en un día normal, y cuando resultan ser el rival del insurgente e inspirador Damian Lillard, directamente son una brasa. A pesar de ser una franquicia que debería haber ganado simpatía mil veces por recordar a una película eterna de Lars von Trier, los Clippers siguen siendo molestos, arrogantes, irascibles… y una decepción constante.

Lo único positivo es que, a pesar de todo, los angelinos siguen teniendo a Chris Paul y Blake Griffin, que quieras que no salvan un poco la papeleta con sus jugadas. Al menos esto es divertido de ver y debes disfrutar de ello.

Por qué los odiamos: Porque probablemente pasarán los Clippers y será un asco. Al fin y al cabo, los angelinos no harán nunca nada en la vida: al menos podrían dejar espacio para que Lillard nos entretenga un poco.

_Cosas a tener en cuenta: Los Cavs van a enviar los malditos Pistons al eterno olvido sin titubeos: ¿por qué debería importarme este cruce?_

Es cierto que esta batalla va a ser aburrida y fastidiosamente desequilibrada, pero los Pistons son un equipo juguetón, dirigido por un entrenador igualmente juguetón a quien le gusta poner las cosas difíciles. Hay partido. En cierto sentido, los Pistons han sido siempre los guardianes de la grandeza: mantuvieron a raya a Michael Jordan durante varios años y dominaron por completo la Conferencia Este hasta que llegó LeBron.

Ahora los Pistons son los héroes trágicos que se sacrifican para acabar con el tirano. Realmente, y perdona por hacerte creer que había partido, no tienen nada que hacer contra los Cavs, pero aún tenemos a Andre Drummond y esto es lo único que importa. El momento en que Drummond tapone a Tristan Thompson será algo que podrás explicar a tus nietos.

Por qué los odiamos: LeBron se hartará a protagonizar pósters y jugadas de antología de las suyas, y eso al final se hace cansino. Cabe la posibilidad de que James se harte de machacar y le dé por, qué sé yo, tirar haciendo el pino… pero más allá de esto, poca emoción hay aquí.

__Cosas a tener en cuenta:_ Toronto es un tigre de papel; Indiana es un equipo en eterna reconstrucción que ahora busca su identidad_

Han pasado 15 años ya desde que Toronto pasó de la primera ronda, y sí, son un equipo defectuoso que juega sus partidos en casa en un terreno rodeado de parajes vacíos y nevados. Pero quizás precisamente por eso tienen mucho que demostrar, de modo que un combate a muerte contra los Pacers de Paul George y Monta Ellis siempre merece la pena si compensas la falta de sueño escuchando la voz de Antoni Daimiel.

¡Ah!, y además está Monta Ellis, capaz de desatar su furia como un tarado a medio partido en cualquier momento. Si no te gusta eso, entonces reconócelo, no te gusta la vida.

Por qué los odiamos: Algo tendrán de malo, seguro, segurísimo, pero este duelo me ha ablandado el corazón. Ahora no se me ocurre nada que decir. Molará y ya está.

Cosas a tener en cuenta: Los Heat siguen siendo el 'Big-Three' pero han perdido a uno por el camino; los Hornets son el equipo de Dios

La verdad es que los enfrentamientos entre ambos podrían molar… hasta que te das cuenta de que están en primera ronda y que pase quien pase se van a meter una hostia del copón en el siguiente escalón. ¿No sería mejor estar de vacaciones?

Por un lado tenemos a Dwyane Wade ya bien entradito en la tercera edad y a Chris Bosh destacando como siempre por hacer el imbécil y no por su baloncesto. En el otro tenemos un equipo que se cargó a Hugo y que dirige desde los despachos un tal Michael Jordan. Por supuesto, queremos que pierda el conjunto de MJ para ver todos eses memes con su rostro llorando, ¡faltaría más!

Por qué los odiamos: En Miami la afición se va tan rápido del pabellón que se ha quedado sin ver tiros que han valido un título más de una vez. A los otros les odiamos porque así vemos la Jordan cry-face:puro interés.

__Cosas a tener en cuenta:_ Los Hawks son buenos, pero ser sólo bueno no sirve. Los Celtics no lo sabemos, pero al final los dos perderán antes de llegar a la final, así que… ¿a quién le importa?_

¿Quién podría odiar esta serie? Esta es la eliminatoria que todo friki de la NBA ha estado esperando. Los Celtics son básicamente un montón de nerds con sobrepeso que, a través de un buen entrenamiento y un entusiasta grito de guerra —"Never say die, BRO", algo así como "nunca digas muerte, hermano"… sí, muy triste— tomaron el control de su destino de una manera que tú y yo seguramente jamás habríamos logrado.

Los Hawks representan la última esperanza de que un equipo sin una estrella clara llegue hasta la final, o al menos hasta el último de los seis partidos de la Final de Conferencia. Su defensa es férrea y no les cuesta apretar los dientes y subir su agresividad. Podrás disfrutar de las brutales acciones de Isaiah Thomas y de la tranquilidad tecnócrata de Al Horford y Paul Millsap: solo por ver las hostias que sacuden cuando sacan los codos a pasear ya vale la pena seguir la serie.

Por qué los odiamos: el mejor jugador de los Celtics le ha copiado el nombre a un mito de los Pistons, mientras que los Hawks representan el eterno quiero y no puedo —es decir, representan nuestras mediocres vidas.

Desgraciadamente, el autor de esta pieza no está en Twitter, probablemente porque no tiene c***nes para ello. No podrás odiarle por allí. Lástima, ¿verdad?