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La mejor manera de ganar una carrera es provocar un accidente

¿Cómo hacer interesante una competición de camionetas? Pues zurrándose dentro y fuera de la pista para terminar la carrera.

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Hay muchas maneras de ganar una carrera en el mundo del automovilismo: puedes lograr la pole y escaparte en las primeras vueltas para conseguir un triunfo plácido a lo Nico Rosberg; puedes equivocarte en la clasificación y rectificar el domingo con una remontada épica a lo Lewis Hamilton… o puedes pegarte a tu rival en la última vuelta y, en la última curva, echarle de la pista para cruzar la meta sin siquiera pisar el asfalto de nuevo.

Sin duda, la última opción es la más espectacular de todas. Para más divertimento, esta magistral última vuelta sucedió en la NASCAR… de camionetas —sí, una competición que existe por increíble que parezca—.

Un tal John Hunter Nemechek fue el que acabó llevándose la victoria desde la hierba en una carrera que se celebró en Canadá. Cuando los locutores y los espectadores ya habían recuperado el aliento tras la impactante llegada, el damnificado segundo clasificado —Cole Custer— apareció de la nada y se abalanzó sobre el ganador para darle un buen rapapolvo.

Los comisarios del circuito, por fortuna, estuvieron atentos y apartaron a ambos pilotos, que después de la carrera achacaron los acontecimientos a la adrenalina de la competición. Suerte tuvieron de no llevarse a nadie por delante en su alocada aproximación a la línea de meta.